Rodrigo Díaz M.
Según un nuevo estudio mundial dirigido por un científico de Hamilton, existe una relación entre el consumo de carnes procesadas y un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
En el estudio participaron 134.297 personas de 21 países diferentes en cinco países y se descubrió que no se encontraba la misma relación con la carne roja no procesada o la carne de ave consumida moderadamente.
Los autores del estudio creen que sus hallazgos “indican que debe fomentarse la limitación de la ingesta de carne procesada”.
Tras seguir a los participantes durante casi una década, los investigadores descubrieron que el consumo de 150 gramos o más de carne procesada a la semana se asociaba a un riesgo 46% mayor de enfermedades cardiovasculares y a un riesgo 51% mayor de muerte que los que no comían carne procesada.
Unos 150 gramos equivalen, aproximadamente, a un paquete completo de salami procesado.
“Las pruebas de la relación entre la ingesta de carne procesada y las enfermedades cardiovasculares son contradictorias”, afirma Romaina Iqbal, autora del estudio y profesora asociada de la Universidad Aga Khan de Karachi (Pakistán).
“Por lo tanto, queríamos entender mejor las asociaciones entre la ingesta de carne roja no procesada, de aves de corral y de carne procesada con los principales eventos de enfermedades cardiovasculares y la mortalidad”.
Según Mahshid Dehghan, investigador del Instituto de Investigación en Salud de la Población de la Universidad McMaster y de Ciencias de la Salud de Hamilton, los datos disponibles indican que es poco probable que el consumo de una cantidad modesta de carne no procesada sea perjudicial si forma parte de un patrón dietético saludable.
El estudio Prospective Urban Rural Epidemiology (PURE) se puso en marcha en 2003 y es el primer estudio multinacional que proporciona información sobre la asociación entre la ingesta de carne no procesada y procesada con los resultados de salud de los países de ingresos bajos, medios y altos.
“El estudio PURE examina poblaciones sustancialmente más diversas y amplios patrones de dieta, lo que nos permite proporcionar nuevas pruebas que distinguen entre los efectos de las carnes procesadas y no procesadas”, dijo el autor principal del estudio Salim Yusuf.
Sin embargo, los investigadores dijeron que estudios adicionales pueden mejorar la comprensión actual de la relación entre el consumo de carne y los resultados de salud. Por ejemplo, no está claro qué comían los participantes en el estudio con menor consumo de carne en lugar de ésta, y si la calidad de esos alimentos difería entre países.