Texto y fotos: Alexander Terrazas *
Ni la llovizna, ni el viento, ni el frío del domingo 7 de octubre, fueron obstáculos para que cientos de fieles católicos manifestaran su fe en la procesión del Señor de los Milagros, algunos para pagar por sus promesas y otros para pedir milagros. La devoción al ‘Cristo Moreno’, patrono de Perú pero afincado también en Canadá, tuvo lugar en la parroquia San Agustín de Canterbury de la ciudad de Toronto, donde se congregaron peruanos, latinoamericanos y canadienses.
Movidos por su inquebrantable fe, los feligreses participaron una vez más de esta gran fiesta patronal anual, que desde 1986 es organizada por la Hermandad de El Señor de los Milagros de Ontario. La jornada dominical comenzó al mediodía con la Santa Misa, que fue celebrada por el párroco de la Iglesia José Signorelli y concelebrada por el sacerdote Percy Díaz, de la parroquia Misión Católica Latinoamericana de Montreal, que estuvo presente con una delegación de 30 peregrinos con el objetivo de estrechar sus lazos de hermandad.
Después de la eucaristía, el ‘Cristo Moreno’, cargado en Andas por una cuadrilla de hombres, se abrió paso como un vendaval por las calles aledañas del templo parroquial. Delante mirando a su santo patrono, caminaban las sahumaduras, veladoras y cantoras y, atrás de Él, donde se veía a la virgen de la Nube, marchaba la banda musical y una columna de fieles vestidos de color morado debidamente ordenados.
Entre los asistentes, caminaba la cónsul general de Perú, Ana Cecilia Gervasi, junto al Mayordomo de ‘El Señor de los Milagros de Ontario’, José Cotrina y otros miembros de la Hermandad. Por otra parte, el Padre José Signorelli, junto a dos religiosas, caminaban de un lado para otro, para ayudar con el orden de la columna, que estaba escoltada por un vehículo de la Policía. La procesión finalizó después de una hora y media en medio de la llovizna que fue un signo de bendición divina para los devotos que estuvieron firmes en su fe.
“Esta es una demostración de fe del pueblo de Dios. La hermandad del Señor de los Milagros de Toronto, no solo organiza esta celebración para los peruanos, sino también para los latinoamericanos y canadienses”, comentó Carlos Alberto Ramírez Otolea, secretario de Relaciones Públicas (RR.PP). Similar opinión expresó José Cotrina, que junto a su directiva hicieron un gran esfuerzo para llevar adelante la romería, que viene hacer el epílogo de una serie de actividades religiosas.
Y es que la Hermandad del Señor de los Milagros trabaja arduamente durante todo el año para la preparación de la gran procesión anual. No solo organizan la logística y recaudan los fondos económicos, sino que también se preparan espiritualmente. Por ejemplo, el último domingo de cada mes hacen una misa devocional, y un día ante de la procesión una novena donde rezan el Santo Rosario y reciben charlas de meditación de los sacerdotes de diferentes iglesias católicas. Y, durante la última noche de novena, realizan una verbena donde reciben a todos los fieles de Montreal, un evento que permite el hermanamiento de los devotos en un objetivo común: El Señor de los Milagros. Es por este motivo que el domingo 13 de octubre, una delegación de 56 personas de Ontario viajará a Montreal a participar de la procesión del domingo 14 con la esperanza de que la Hermandad siga creciendo entorno a una misma fe.