Rodrigo Díaz M.
La policía de Peel reveló que ha impuesto multas a varios viajeros que llegan a Pearson y se niegan a someterse a la prueba obligatoria de detección del COVID-19.
En un esfuerzo por frenar la propagación del virus, el gobierno federal ordenó recientemente que las personas que lleguen al aeropuerto Pearson se sometan a la prueba de detección del COVID-19 y tengan que permanecer en cuarentena en hoteles locales durante tres días (estadía pagada de su propio bolsillo) hasta que se verifiquen los resultados.
Desde que la orden entró en vigor este pasado lunes 1 de febrero, la policía dice que hasta ahora ha impuesto tres multas de 750 dólares a quienes se negaron a hacerse la prueba.
La policía de Peel dice que seguirá aplicando la orden en el aeropuerto de Pearson y emitirá más multas si es necesario.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció a finales de enero nuevas restricciones a los viajes, que, según él, son una ampliación de las restricciones existentes que ya prohíben a los viajeros extranjeros, excepto a los que participan en servicios esenciales.
Si la prueba obligatoria de detección del COVID-19 da un resultado negativo, los viajeros podrán volver a casa, pero tendrán que permanecer aislados durante 14 días. Los resultados positivos supondrán una nueva estancia en un hotel aprobado por el gobierno.
Trudeau dijo que el coste del hotel y de la prueba correrá a cargo del viajero a un precio de dos mil dólares.
Los viajeros seguirán teniendo que mostrar un test con resultado negativo antes de embarcar en un vuelo rumbo a Canadá.
Además, el gobierno federal dice que está trabajando con las principales aerolíneas canadienses para prohibir los viajes al Caribe y México hasta, al menos, finales de abril.