Por Raúl A. Pinto
Un viaje por la carretera estadounidense y la carretera de la vida se ha convertido en la mejor película de la temporada. Atentos a nuestra recomendación.
En los últimos Premios Oscars, la película coreana “Parásitos” se impuso como la gran ganadora, rompiendo marcas impresionantes. Como nunca, los fans del cine vimos como la película que legítimamente consideramos la mejor del año terminó imponiéndose como tal en las entregas de premios. Después que un portentoso film como ése lograra darnos una tremenda satisfacción, era difícil pensar en encontrar algo que lograra alcanzar la genialidad y originalidad de una comedia dramática como esa.
Es ahí donde entra “Nomadland”.
Basada en el libro de no-ficción “Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century”, de Jessica Bruder, la cinta vino a la vida a través de su productora, y también protagonista, Frances McDormand. La talentosa actriz (de cuyos méritos interpretativos hablaremos mas tarde) decidió adquirir los derechos de la historia y convertirlo en un largometraje. Siendo una activa vocera en dar oportunidades de trabajo a mujeres en el cine, en “Nomadland” predicó con el ejemplo, al ofrecerle a la directora china Chloé Zhao hacerse cargo de película.
Zhao, ya reconocida por su excelente “The Rider”, es capaz de traernos una road movie / western con olor a los años setenta, muy cercana a la intimidad de clásicos como “Harry y Tonto”, “Mi vida es mi vida” o “Alicia ya no vive aquí”, un tipo de películas que jamás pasan de moda si son bien actualizadas al momento de ser hechas.
“Nomadland” sigue a Fern, una mujer que acaba de enviudar y perder su trabajo en la fábrica donde se mantuvo por años con su esposo. Estamos hablando del 2011 (efectivamente, una década atrás), cuando las secuelas de la Gran Recesión del 2008 seguían muy vivas. Tras darle muchas vueltas, Fern decide vender lo que tiene, comprarse una van y echarse a andar sin rumbo. Encuentra trabajos temporales, se asienta por algunos días por aquí y por allá, y más importante, se apega a la comunidad de “nómades” que conoce. El hecho de encontrarse y conocer personas que aparentemente tampoco quieren establecerse en un solo lugar le da a Fern cierta seguridad y el perfecto apego/desapego que ella necesita. No quiero arruinar el final de la cinta a nadie, pero la película no tiene más trama aparte de esto. Y es precisamente ese detalle el que la hace tan fascinante.
Zhao nos ofrece una carta de amor a los espacios exteriores, que se convierten en los actores secundarios perfectos para una historia donde los verdaderos actores secundarios (entre ellos David Strathairn, que nunca desilusiona, y una docena de nómadas reales usando sus nombres de pila), necesitan quietud y silencio para avanzar. Igual que nosotros, los espectadores.
Cuando la ansiedad se ha convertido en una de las respuestas al estrés más común en estos días, esta película enfatiza que lo que más necesita Fern, a cargo de una Frances McDormand que la saca fuera del estadio con su actuación, es tiempo para mirar al frente y seguir adelante. Nosotros también necesitamos ese tiempo, y “Nomadland” nos lo da en bandeja. Se estrena el 19 de Febrero.