Rodrigo Díaz M.
Un estudio publicado en la revista de la Asociación Médica Canadiense ofrece un panorama muy claro del impacto del COVID-19 en la población sin hogar de Ontario.
Tras un seguimiento de casi 30 mil personas con un historial reciente de calle durante un periodo de seis meses, los investigadores descubrieron que tenían más probabilidades de infectarse con COVID-19, ser hospitalizados, sufrir complicaciones y morir.
En el informe se encontró que las personas que habían perdido su hogar recientemente tenían más de 20 veces más probabilidades de ser hospitalizadas por COVID-19, más de 10 veces más probabilidades de recibir cuidados intensivos y más de cinco veces más probabilidades de morir en los 21 días siguientes a una prueba positiva.
El estudio fue realizado por el Instituto de Investigación Lawson y el Instituto de Ciencias Clínicas Evaluativas (ICES).
Los investigadores también descubrieron que, una vez que las pruebas se pusieron a disposición de todos los habitantes de Ontario, las personas que habían estado recientemente sin hogar presentaban una tasa de positividad mucho más elevada, ya que sus pruebas daban un resultado positivo con una frecuencia superior al 75% que las personas con vivienda.
Para obtener una visión de conjunto de cómo afectaba el hecho de no tener hogar a las tasas de COVID-19, se utilizaron datos de hospitales de toda la provincia.