Madrid, 16 sep (EFE).- En la última década, nadie ha podido destronar a los dos dominadores del fútbol mundial, Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, que han impuesto su ley en la Liga de Campeones como las máximas estrellas de la competición que siempre han brillado por encima del resto.
Pero los tiempos parece que están cambiando. Las nuevas generaciones se van abriendo paso y, aunque el portugués y el argentino siguen siendo valores atractivos de la competición, posiblemente la temporada 2018/19 del máximo torneo continental marque un cambio de tendencia.
Desde 2008, cuando Cristiano Ronaldo ganó el Balón de Oro por primera vez, el premio, que entre 2010 y 2015 tuvo otro formato denominado FIFA Balón de Oro, lo han compartido entre el jugador luso y Lionel Messi.
Algo parecido pasa con el Premio UEFA al mejor jugador en Europa, un galardón que se entrega desde 2011 y que en todas las ediciones, salvo en 2012, 2013 y 2018, con las victorias de Andrés Iniesta, Franck Ribery y Luka Modric, respectivamente, han ganado siempre Cristiano y Messi.
La última victoria de Modric puede representar el cambio definitivo que acabe con el “abuso” de los jugadores del Barcelona y el Juventus. El jugador croata pasó por encima de su excompañero de equipo. Cristiano, máximo goleador de la Champions y campeón con el conjunto blanco como el genio balcánico, perdió. Y, es posible, que el ahora jugador del cuadro italiano, también ceda el Balón de Oro a Modric.
Esa puede ser el pistoletazo de salida que abra definitivamente las puertas a otros nombres que intentarán, a lo largo de la Liga de Campeones, hacer un buen papel para acabar para siempre con el dominio de Cristiano y Messi. Será difícil, porque ambos siguen a buen nivel y serán protagonistas en la competición.
¿Pero qué estrellas pueden hacer sombra a dos monstruos del fútbol? La lista es amplia, pero, seguramente, empezar por Kylian Mbappé, jugador del París Saint-Germain, sería lo más sensato por su condición de joven promesa que, si nada se tuerce, en pocos años será el mejor jugador del mundo.
Mbappé, con 19 años, ya ha conquistado el planeta tras ganar con Francia el Mundial de Rusia. Debutó como profesional en la Ligue 1 en el Mónaco con apenas 16 años y ha empezado su cuarto curso en la elite del fútbol galo. Es un joven experto, que con unas cualidades de incalculable valor, es el mayor valor del París Saint-Germain para conquistar el título.
Con permiso de Neymar, claro. El jugador brasileño, después de firmar un Mundial para el olvido, de llenar páginas de periódicos que aseguraban que se iba a marchar al Real Madrid este verano, y de salir de una lesión en el último tramo de la temporada pasada, espera impulsar al cuadro francés para erigirse como máxima estrella y dejar a Mbappé como actor secundario.
En otros clubes también hay material futbolístico suficiente como para derribar la puerta del dominio de Cristiano y Messi. En el mismo Real Madrid, ganador de cuatro de las últimas cinco Ligas de Campeones, conviven Luka Modric, Gareth Bale, Isco Alarcón y Marco Asensio.
Modric, en plenitud durante el Mundial, y con 33 años, debería iniciar su cuesta abajo. Marco Asensio, con más espacio sin Cristiano, debería concretar su ascenso hacia los altares. E Isco y Bale, en plenitud, querrán dar un golpe encima de la mesa, sobre todo el galés, que con la ausencia de Cristiano tiene que erigirse como protagonista del campeón de Europa.
En el Manchester City, siempre candidato por sus inversiones millonarias, Pep Guardiola es realmente la gran estrella del club aunque esté en el banquillo. Sobre el césped, sí sobresale el belga Kevin De Bruyne, que aunque iniciará el torneo lesionado, se espera de él una buena actuación tras su gran Mundial. Pero tampoco hay que olvidar al argentino Sergio “Kun” Agüero, siempre un valor seguro.
El Bayern Múnich, sin ningún fichaje de relumbrón, mantiene los mimbres de anteriores cursos y, por supuesto, también posee una buena nómina de jugadores veteranos como Robert Lewandowski, Thomas Muller, Arjen Robben y Franck Ribery que intentarán impulsar al conjunto alemán. Pero, por encima de todos, el colombiano James Rodríguez está llamado a dar la campanada en la competición.
Los clubes españoles, aparte del Real Madrid, también tienen futbolistas de relumbrón con ganas de no pasar desapercibidos. En el Atlético, por supuesto, sobresale Antoine Griezmann, campeón del Mundo con Francia, campeón de la pasada Liga Europa y hombre franquicia del conjunto rojiblanco que aspira a ganar el Balón de Oro. Sus actuaciones darán un plus de calidad al cuadro de Simeone.
En el Barcelona, aparte de Messi, el jugador argentino estará arropado por jugadores de primera clase como el brasileño Philippe Coutinho y el delantero uruguayo Luis Suárez. Calidad indiscutible alrededor del que posiblemente es el mejor jugador del mundo.
No hay que olvidar a Harry Kane, el delantero del Tottenham, y al egipcio del Liverpool Mohamed Salah. El primero, brilló en el Mundial, fue Bota de Oro del torneo con seis tantos, y el segundo firmó una temporada espectacular el año pasado que sirvió a su equipo para llegar a la final de la Liga de Campeones. Son candidatos a suceder a los reyes Messi y Cristiano.
De momento, ambos son las estrellas indiscutibles de la Liga de Campeones. Uno, sigue en el Barcelona, el otro, desde el Juventus, sin la base madridista que le aupó a la gloria, intentará seguir con su buena línea. Pero, por detrás, Mbappé, Coutinho, De Bruyne, Griezmann, Agüero, Luis Suárez James, Kane, Salah, Neymar, Bale, Isco, Asensio o Modric, querrán marcar su territorio.