La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que los niveles de dióxido de carbono en el aire han alcanzado niveles sin precedentes.
Rodrigo Díaz M.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM), una subdivisión de la ONU, informó hoy que las concentraciones de gases de efecto invernadero alcanzaron un nuevo récord en 2019 y volvieron a subir este año a pesar de la esperada disminución de las emisiones debido a los cierres por la pandemia del COVID-19.
Muchos científicos esperan la mayor caída anual de las emisiones de carbono en generaciones este año, ya que las medidas para contener el coronavirus han limitado el uso de medios de transporte y mantenido a los viajeros en casa.
Sin embargo, la OMM describió la caída proyectada para el 2020 como un “pequeño bache” y dijo que el impacto resultante en las concentraciones de dióxido de carbono que contribuyen al calentamiento global no sería mayor que las fluctuaciones anuales normales.
“A corto plazo, el impacto de los confinamientos por el COVID-19 no puede distinguirse de la variabilidad natural”, se lee en el Boletín de Gases de Efecto Invernadero de la OMM.
El informe anual publicado por la agencia de la ONU con sede en Ginebra mide la concentración atmosférica de los gases como el dióxido de carbono, metano y óxido nitroso que están calentando nuestro planeta y desencadenando eventos climáticos extremos.
Los niveles de dióxido de carbono, producto de la quema de combustibles fósiles, que es el mayor contribuyente al calentamiento global, alcanzó un nuevo récord de 410,5 partes por millón (ppm) en 2019, según el informe.
El aumento anual es mayor que el del año anterior y supera el promedio de la última década.
“Nunca se había visto un ritmo de aumento semejante en la historia de nuestros registros”, dijo el secretario general de la OMM, el profesor Petteri Taalas, refiriéndose a un aumento de 10 ppm desde 2015.
La Dra. Oksana Tarasova, jefa de investigación del medio ambiente atmosférico de la OMM, explicó que la magnitud del aumento de los niveles de dióxido de carbono en los últimos cuatro años era comparable a los cambios observados durante el paso de la edad de hielo a períodos más modernos, pero, en aquel entonces, la transición se produjo en un plazo mucho más largo.
Aún no se disponen de datos mundiales para el 2020, pero la tendencia al aumento de las concentraciones parece estar intacta, dijo la OMM, citando las lecturas iniciales de sus estaciones de Tasmania y Hawaii.
Al igual que otros organismos científicos, la OMM explicó que espera que las emisiones mundiales anuales de carbono disminuyan este año debido a las medidas contra el COVID-19, y aventuró una estimación preliminar de entre 4,2 y 7,5%.
Tal disminución no causaría que el dióxido de carbono atmosférico disminuya, pero disminuiría la tasa de aumento temporalmente en una escala que cae dentro de las variaciones normales.
Según investigadores, independientemente de lo que hagamos para frenar las emisiones hoy en día, gran parte del dióxido de carbono que ya se emitió hace décadas permanece en la atmósfera y contribuye al calentamiento global.