Una medida eficaz para planificar el menú de los niños y prevenir el sobrepeso y la obesidad consiste en “comer en bloques 3×3”, combinando tres grupos de alimentos: proteínas, carbohidratos y grasa saludable, en cada una de las tres comidas principales, según los nutricionistas.
DESTACADOS.
+++ A partir de los tres años de edad son recomendables las proporciones del 55% de carbohidratos, 30% de proteínas y 15% de grasas saludables, en las tres comidas principales y las dos comidas de refuerzo -a media mañana y merienda-, indica el Instituto Médico Europeo de la Obesidad.
+++ ‘Comer en bloques’ previene la obesidad y el sobrepeso porque aumenta los niveles de saciedad, ayuda a regular la ansiedad y el apetito, y reduce la secreción de insulina, cubriendo las necesidades nutricionales diarias, según este instituto.
+++ Esta fórmula 3×3 facilita la educación nutricional de los hijos y orienta a los padres, que a veces están algo perdidos a la hora de diseñar los menús., añaden estos especialistas.
El hecho de que un niño esté “gordito” no significa que esté bien nutrido, ni correctamente alimentado, sino más bien sería un aviso para tomar medidas de precaución, observan desde del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).
Añaden que la infancia es clave para prevenir el sobrepeso y la obesidad en la adolescencia y en la edad adulta, porque es cuando se crean los primeros patrones relacionados con la comida, el gusto por determinados sabores, como el dulce, y la preferencia o el rechazo de ciertos alimentos.
Un consejo muy práctico de este instituto para los padres a la hora de planificar el menú eficaz para los niños con exceso de apetito o ansiedad, consiste en “comer en bloques”.
En general, el IMEO (www.imeoobesidad.com) aconseja combinar tres grupos de alimentos en cada comida: proteínas, hidratos de carbono y grasa saludable.
Este sistema es aconsejable aplicarlo a partir de los tres años de edad hasta que lleguen a adultos, ya que es una manera muy sencilla de plantear las diferentes comidas principales del día y también los “snacks” (tentempiés).
Este instituto recomienda incluir el 55% de carbohidratos, 30% de proteínas y 15% de grasas saludables, tanto en las comidas principales del día, como en las comidas de refuerzo, es decir en la de media mañana y la merienda.
“Como proteína se entiende todo tipo de carne magra, huevos, pescado o lácteos, mientras que los carbohidratos se obtienen de los cereales integrales (pasta, arroz) y de frutas y hortalizas, excepto las patatas, porque aumentan más rápidamente la glucosa en la sangre y suelen consumirse fritas, con sal, ketchup o mayonesa, una combinación que engorda”, explican.
Por su parte, las grasas saludables son aquellas que no aumentan el exceso de peso ni el riesgo cardiovascular, y están presentes en aceites vegetales, aguacate, semillas, frutos secos, huevos o pescado azul.
FÓRMULA SENCILLA PARA EVITAR LOS KILOS DE MÁS.
Según esta fórmula del IMEO para la nutrición infantil, en el desayuno se pueden incluir unas lonchas de jamón dulce o serrano, una tostada o rebanada de pan integral con un chorro de aceite de oliva, jamón serrano o york y un plátano.
A la hora de comer, combinar pescado, pollo o pavo con un puré o parrillada de verduras, más un yogur 0% de grasa o una pieza de fruta como postre.
“Para la cena, sería una opción tomar sardinas pasadas por el sartén, una taza de gazpacho y una fruta rica en vitamina C, en vez de un lácteo de postre para facilitar la absorción del hierro de las sardinas y limitar la del calcio”, según esta misma fuente.
El experto en nutrición, dietista y portavoz del IMEO Rubén Bravo, (www.imeoobesidad.com) explica las cuatro razones principales por las que el método de ‘comer en bloques’ ayuda a prevenir la obesidad y el sobrepeso en los niños:.
Cada uno de los macronutrientes se digiere en zonas diferentes del sistema digestivo, proporcionando unos niveles de saciedad más elevados que si los tomáramos por separado.
Se ralentiza el paso de los nutrientes al torrente sanguíneo, ayudando a regular la ansiedad y el apetito, y a reducir la secreción de insulina y por lo tanto la aparición de diabetes tipo 2.
Desde el punto de vista organoléptico y gastronómico es más sencillo configurar platos más sabrosos, completos y deliciosos.
Es más sencillo cubrir las necesidades nutricionales diarias, tanto en macro como en micronutrientes.
Bravo confirma a Efe que ‘Comer en bloques’ también puede serle útil a los padres para organizar las comidas de sus hijos tras las vacaciones estivales, y servirles como una orientación para alimentar a los pequeños durante el curso escolar.
“Esta indicación facilita mucho la labor de educación nutricional que cae principalmente sobre los hombros de los padres o tutores y que, a veces, están algo perdidos a la hora de diseñar los menús de los pequeños, o a escala familiar”, asegura.
MENÚ COMPLETO Y SALUDABLE PARA EL NUEVO CURSO.
Este experto propone el siguiente ejemplo de tres comidas principales y dos de refuerzo, basadas en la fórmula de ‘comer en bloques’, y recomendables para el nuevo curso escolar:.
DESAYUNO.
– Una rebanada de integral con tomate triturado, aceite de oliva y jamón serrano.
– Un zumo natural de 2 naranjas.
MEDIA MAÑANA.
– Un cuenco con yogur desnatado de fresa, 5 piezas troceadas y coronado con 3 nueces picadas.
COMIDA.
– Berenjena rellena de carne picada, cebolla y tomate, gratinada al horno con una loncha de queso light.
– Una pieza de fruta de postre.
MERIENDA.
– Unas natillas de chocolate sin azúcares añadidos.
– Un pequeño puñado de cacahuetes.
– Una pieza de fruta de postre.
CENA.
– Crema de verduras.
– Tostada de pan integral con aguacate y salmón ahumado.
Por Pablo Gutman.