Los asesores de Trump le instaron a reducir el comportamiento agresivo visto en el primer debate.
Rodrigo Díaz M.
En su último debate presidencial de ayer, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y su contrincante demócrata, Joe Biden, ofrecieron visiones muy diferentes de cómo manejar la creciente pandemia, con el presiente declarando que el virus pronto desaparecerá y su contrincante advirtiendo que la nación se dirigía hacia “un oscuro invierno”.
Los debates finales a menudo juegan un papel muy importante en los resultados electorales. Pero el enfrentamiento del jueves por la noche fue diferente a los anteriores.
La noche de ayer en Nashville, Tennessee, comenzó con cuestionamientos sobre el manejo de la pandemia del COVID-19 por parte del presidente, que ha matado a más de 225 mil estadounidenses y ha costado millones de puestos de trabajo, antes de que los candidatos pasaran al tema de las declaraciones de impuestos de Trump, las familias estadounidenses, la economía, la atención médica y la relación de Estados Unidos con Corea del Norte.
Las encuestas sugieren que la pandemia es el tema que define la campaña para los votantes, y Biden declaró: “Cualquier persona responsable de tantas muertes no debería seguir siendo presidente de los Estados Unidos de América”.
Trump defendió su manejo de la crisis de salud más mortal de la nación en un siglo, desestimando la advertencia de Biden de que la nación tenía un largo camino por delante debido a los picos de casos y prometió que una vacuna estaría lista en semanas.
“Desaparecerá”, dijo Trump, manteniéndose con su evaluación optimista de la pandemia.
A medida que el debate avanzaba, Trump prometió de nuevo publicar sus declaraciones de impuestos. Biden se apresuró a señalar que Trump ha estado haciendo esa promesa durante años.
Respondiendo a las acusaciones infundadas de Trump, que ha recibido fondos de fuentes rusas, Biden señaló que ha liberado 22 años de declaraciones de impuestos, que según él demuestran que “no ha tomado ni un centavo de ninguna fuente extranjera nunca en mi vida”.
Trump respondió que le gustaría liberar sus declaraciones “tan pronto como podamos”, pero dijo de nuevo que está bajo auditoría, una afirmación que ha hecho desde que se presentó por primera vez a la presidencia en 2016. El presidente no tiene prohibido publicar los documentos mientras está siendo auditado.
El presidente de los Estados Unidos también defendió la relación de los Estados Unidos con el líder norcoreano Kim Jong-un, mientras que Biden lo criticó por no avanzar en el proceso de eliminar la actividad nuclear en el país oriental.
La tensión aumentó después de que la moderadora Kristen Welker hizo una pregunta sobre cuándo se reunirán más de 500 niños que fueron separados de sus padres en la frontera de los Estados Unidos.
Trump eludió la pregunta antes de ofrecerse: “Nos estamos esforzando mucho”. Biden clasificó esto como “criminal”, y añadió que el tema hace de los Estados Unidos un “hazmerreír”.
Más de 42 millones de personas ya han emitido su voto como parte de un aumento de la votación anticipada en la era de la pandemia. En una elección dominada por un presidente polarizado, quedan muchos menos votantes indecisos que en este momento en 2016.
Hasta los momentos Biden lidera en las encuestas, pero aún no se descarta que Trump podría ser reelegido para su segundo mandato presidencial.