Ontario puede estar finalmente lista para “cerrar el reloj”, como varios senadores de los Estados Unidos han sugerido en los últimos meses, poniendo fin al cambio de horario bi-anual.
Rodrigo Díaz M.
Un proyecto de ley presentado en la legislatura de Ontario esta semana prepara el camino para que los funcionarios terminen con la práctica de adelantar los relojes una hora cada primavera, y luego retrasarlos una hora cada otoño todos los años.
Llamado Proyecto de Ley 214, Ley de Enmienda del Tiempo, la aprobación de esta legislación no eliminaría las puestas de sol de finales de verano. Más bien, nos mantendría en el horario de verano permanentemente.
El DST o Daylight Saving Time, se convertiría en el nuevo tiempo estándar.
Por radical que parezca la idea de abandonar un sistema de más de 110 años de antigüedad, la posibilidad de que Ontario pase permanentemente al horario de verano es real.
El proyecto de ley, presentado por el diputado Jeremy Roberts de Ottawa West-Nepean, está recibiendo apoyo del gobierno y ya ha pasado una primera y segunda lectura en Queen’s Park.
Si se aprueba, el proyecto de ley daría al fiscal general de Ontario el poder de trasladar la provincia permanentemente a la DST, pero sólo en coordinación con las jurisdicciones vecinas de Nueva York y Quebec.
“Estudios académicos de todo el mundo han sugerido que los cambios de reloj bianuales pueden causar graves efectos negativos, como el aumento de las tasas de depresión, ataques cardíacos, apoplejías y un elevado número de colisiones mortales”, se lee en un comunicado de Roberts en el que se anuncia el proyecto de ley.