Se puede ver a muchas personas destapándose la parte que cubre la nariz de las mascarillas, pero esto equivale a no tener la mascarilla puesta.
Rodrigo Díaz M.
La orientación de las autoridades sanitarias ha sido clara: una mascarilla facial debe cubrir tanto la nariz como la boca para ser eficaz.
Sin embargo, meses después de que el uso de máscaras no médicas se convirtiera en una orientación oficial de salud pública contra el COVID-19 en Canadá, ver a la gente solo cubriéndose la boca con la mascarilla, es muy común.
Las máscaras son una excelente herramienta para frenar la propagación de COVID-19 en espacios cerrados y en escenarios donde el distanciamiento físico es difícil, pero los expertos han enfatizado que deben ser usadas correctamente para ofrecer cualquier tipo de protección al que las usa y a quienes lo rodean.
“Si alguien tiene la nariz descubierta por la máscara, no hay mucha diferencia en no usar una máscara”, Colin Furness, un epidemiólogo de control de infecciones de la University of Toronto.
Las directrices de la Organización Mundial de la Salud son claras en cuanto al uso de la máscara en medio de la pandemia. En su sitio web se indica que las máscaras deben ajustarse para “cubrir la boca, la nariz y la barbilla, sin dejar espacios a los lados”.
Añade que las máscaras no deben ser tocadas después de ser usadas, y los individuos deben limpiarse las manos antes de quitarse la máscara.
De manera similar, Health Canada aconseja que ambas máscaras deben cubrir tanto la boca como la nariz. También advierte a la población que no se quiten las máscaras para hablar con otras personas, o que no cuelguen las máscaras del cuello o de las orejas.
Ambas organizaciones señalan que una mascarilla por sí sola no es suficiente, se sigue recomendando el distanciamiento físico, el lavado de manos y el quedarse en casa cuando sea posible.
El virus se transmite a través de gotitas muy pequeñas que se exhalan y luego se inhalan tanto por la nariz como por la boca.
Las investigaciones sugieren que el uso de una máscara puede aumentar la protección contra la infección de dos a tres veces más, y se encontró que las máscaras son aún más eficaces para evitar que un portador infectado propague el virus.
Un estudio reciente incluso sugirió que el uso de la máscara también podría reducir la gravedad de las infecciones por COVID-19, lo que llevaría a más casos asintomáticos.
Dado que se cree que una alta proporción de los casos de COVID-19 son asintomáticos, las máscaras son una de las herramientas vitales que podemos utilizar en la lucha contra la propagación del virus.