Los casos del COVID-19 siguen aumentando en Ontario y un nuevo informe revelo que casi la mitad de las personas con COVID-19 son inmigrantes o refugiados.
Rodrigo Díaz M.
En un nuevo informe se ha comprobado que los inmigrantes, refugiados y otros recién llegados constituían el 43,5% de todos los casos de COVID-19 en Ontario a mediados de junio, a pesar de que esos grupos representan poco más del 25% de la población de la provincia.
Según el informe, los inmigrantes y refugiados de las regiones del mundo en que la mayoría está racializada en Canadá, incluidas África, América del Sur y el Caribe, registraron las tasas más altas de COVID-19.
Muchos de esos empleos esenciales de los trabajadores son de carácter público y de baja remuneración, y entre ellos figuran trabajadores de la salud y de la asistencia social, empleados de tiendas de comestibles al por menor y conductores de transporte público, entre otros.
El informe dice que las comunidades de inmigrantes y refugiados también están sobrerrepresentadas en ocupaciones que tienen lugar en entornos como fábricas o plantas empacadoras de carne, donde el distanciamiento físico es difícil y el equipo de protección personal no estaba disponible universalmente en un principio.
Otras conclusiones del informe indican que, si bien las tasas de pruebas eran más elevadas entre quienes vivían en vecindarios de bajos ingresos de Ontario, los resultados positivos de las pruebas del COVID-19 estaban fuertemente correlacionadas con la vida en vecindarios de bajos ingresos para los inmigrantes, refugiados y recién llegados, y no para los nacidos en Canadá y residentes de larga data.
En el informe también se revela que los factores socioeconómicos también estaban relacionados con las personas que daban positivo en las pruebas del COVID-19: los inmigrantes adultos y los refugiados con menos años de educación formal que hablaban poco inglés o francés en el momento de la inmigración estaban asociados con tasas de pruebas de COVID-19 más bajas, pero con un porcentaje más alto de casos de coronavirus positivos.
En las conclusiones del informe se aconseja que las unidades de salud pública de Ontario con grandes poblaciones de inmigrantes y refugiados trabajen con grupos locales que representen a esas comunidades.
El informe del ICES analizó las pruebas y los resultados de coronavirus desde el 15 de enero hasta el 13 de junio para todos los residentes de la provincia que son elegibles para el OHIP, aparte de los que viven en hogares de cuidado a largo plazo.
Las características que se midieron incluyen el grupo de edad, el sexo, la condición de inmigrante, el país o la región mundial de nacimiento, la fluidez en el idioma inglés, el empleo como trabajador de la salud, los ingresos del vecindario, el número de personas por vivienda y la unidad de residencia de salud pública.