Por Paola Gomez
TORONTO. Cuantas veces he escuchado “Yo no me meto en política”, “Yo sólo me ocupo de mis asuntos, que ellos se defiendan como puedan”. Mis paisanas y paisanos de origen Latino podrán dar testimonio de esas palabras, incluso las habrán repetido ell@s mism@s. No les culpo por tener este concepto, e incluso esta aversión a la política. Venimos de historias de tanta corrupción, desigualdad e injusticia, que la mera idea de pensar en políticos nos lleva a memorias traumáticas. Le pido paciencia, mientras lee esta nota. La paciencia que se requiere si usted, como muchos otros, se siente desligado, desinteresado, desmotivado de tener una conversación o leer unas líneas que tienen que ver con el tema político.
Estas líneas NO tienen que ver con la historia de la política en nuestros países de origen, la cual, para ser justos, no es la más prometedora. Tampoco tiene que ver con el espectáculo político y hasta de “Reality Show” que ocurre en Estados Unidos de América, del cual estamos siendo testigos. Estas líneas se refieren al cambio dramático que Canadá, para ser exactos nuestra Provincia, nuestra Ciudad, está y seguirá experimentando por los próximos cuatro (4) años.
En junio 7 los residentes de esta bella Provincia, Ontario, fuimos testigos de la elección de un candidato de posición conservadora. Por supuesto no es el primer candidato conservador electo, pero se preguntarán ¿entonces por qué tanta bulla por la elección de Ford como Premier de Ontario?
En mi opinión, el ruido está en el hecho de que no sólo ganó unas elecciones sin una plataforma clara, además de la combinación entre ausentismo electoral, castigo a los que ocupan el poder, miedo a la izquierda, sino que es también el regreso de formas autoritarias y de un discurso divisorio, muy similar a la retórica de Trump en los Estados Unidos de North América, el cual muchos decimos rechazar, por cuanto es divisorio, retrogrado y perjudica a los más vulnerables de nuestra sociedad.
¿Suena familiar? Un discurso que en América Latina llamaríamos de ultraderecha y que sólo beneficia a los que tienen plata. ¿Suena familiar? … ¿Y por qué aquí se siente normal y no tan grave? La respuesta sería, Porque nuestra indiferencia es tal, que, si no nos afecta a nosotros directamente, entonces NO es importante.
Obviamente, esta expresión es dirigida a quienes, tal como lo planteo al inicio, consideran que “no se involucran” en temas políticos, sabiendo o no, que lo que ocurre en la esfera política del país en el que habitan, tiene un impacto.
Mi punto al escribir esta nota es que SI debería importarnos, que Ford fue elegido como el Premier de esta Provincia, SI debería ser de nuestra incumbencia, que ha hecho un recorte presupuestal para las reparaciones en las escuelas, las escuelas a las que sus hijos y los míos asisten. SI debería importarnos que Ford ha removido la cátedra que instruye sobre reconciliación con las comunidades indígenas de este país; las nuevas generaciones deben saber la historia para no repetirla. Debería importarnos que nos esta mis-informando respecto al currículo the Educación Sexual y que regresar a la instrucción que se impartió dos décadas atrás no prepara a nuestros niños y jóvenes para las realidades e incluso los peligros de la época contemporánea.
La lista de cambios ocurridos en algo más de dos meses es extensa, e incluye la reducción de concejales en Toronto, la eliminación de ingreso básico, la remoción de apoyo a Toronto para la recepción de solicitantes de refugio, etc., etc., etc.
Aun cuando usted tenga ideas conservadoras, las cuales son respetables, usted podrá estar de acuerdo conmigo en que la presencia de una ideología política no puede remover la humanidad en aquel que no piensa como uno. También, que usted y yo, inmigrantes en este país, valoramos y celebramos la generosidad de su sociedad y el respecto por la dignidad del otro.
La elección de Ford, aun conociendo las historias que le preceden, el hecho de que su gabinete es mayoritariamente liderado por hombres, y que carece de diversidad y conocimiento en las carteras que dirigen. Es entonces, un retroceso, retroceso porque las voces en el poder no conocen de la necesidad y la realidad de los que vivimos aquí y quienes también llamamos esta Provincia nuestro hogar. Mas aun, no representa la Provincia, el país que conocimos y que experimentamos.
¿Y cómo se cambia esto? Involúcrese activamente en la conversación, no como una oveja en el rebaño que sigue para donde le lleven. Cuestione, investigue, saque sus propias conclusiones y participe. Presente con orgullo su punto de vista, reconociendo que este es sólo suyo y que no necesariamente tiene en cuenta la realidad de los demás. Tenga en cuentea la Humanidad de los otros, aun cuando no esté de acuerdo con sus posiciones, ellos también merecen respeto.
Y si usted encuentra una causa que considera merece su apoyo, no dude en tomar acción, tome su lugar en la vida de esta Provincia, eso TAMBIEN es hacer política. Usted y yo estaremos más preparados para enfrentar los retos que este gobierno provincial nos traerá. Estaremos más reparados para participar en el proceso democrático de octubre en Toronto y muy seguramente, ese esfuerzo colectivo nos llevara a lograr las comunidades que queremos.