Luego de la fatal explosión la semana pasada ocurrida en Beirut y de días de protestas en las calles, el actual gobierno del primer ministro libanés ha anunciado que renunciará a su mandato.
Rodrigo Díaz M.
El primer ministro libanés, Hassan Diab, anunció ayer la dimisión de su gobierno casi una semana después de que una devastadora explosión en Beirut provocara la indignación de la opinión pública e incitara a varios ministros a dimitir de sus cargos.
Diab anunció la dimisión de todo su gabinete gubernamental en un discurso televisivo vespertino a la nación, explicando la detonación del material altamente explosivo almacenado en el puerto de la capital durante los últimos siete años que causó la fatal explosión como “el resultado de una corrupción endémica”.
“Hoy, seguimos la voluntad del pueblo en su demanda de responsabilizar a los responsables del desastre que ha estado oculto durante siete años, y su deseo de un cambio real”, dijo. “Ante esta realidad hoy anuncio la renuncia de este gobierno.”
Diab dijo que apoyaba los llamamientos de los libaneses para que los responsables de “este crimen” fueran juzgados.
El presidente libanés Michel Aoun aceptó la dimisión del gobierno del primer ministro y pidió que se mantuviera en funciones hasta que se formara un nuevo gabinete, según un anuncio televisado.
El sistema de gobierno requiere que Aoun consulte con los bloques parlamentarios sobre quién debe ser el próximo primer ministro, y está obligado a designar al candidato con el mayor nivel de apoyo entre los parlamentarios.
La mortífera detonación del almacén del puerto de más de 2 mil toneladas de nitrato de amonio del pasado 4 de agosto ha mató a 163 personas, hirió a más de 6 mil y destruyó una franja de la ciudad mediterránea, agravando meses de agitación política y económica.
El gabinete, formado en enero con el respaldo del poderoso grupo Hezbolá, apoyado por Irán, y sus aliados, se reunió el lunes, y muchos ministros dijeron que querían dimitir, según fuentes ministeriales y políticas.
Antes del anuncio de Diab, se produjeron manifestaciones por tercer día en el centro de Beirut, en las que algunos manifestantes lanzaron piedras a las fuerzas de seguridad que custodiaban una entrada que conducía al edificio del Parlamento, que respondieron con gas lacrimógeno.