Los científicos de la Universidad de Oxford dicen que su vacuna experimental contra el COVID-19 ha demostrado provocar una respuesta inmunológica protectora en cientos de personas.
Rodrigo Díaz M.
En una investigación publicada esta semana en la revista Lancet, científicos británicos dijeron que encontraron que su vacuna experimental contra el COVID-19 producía una respuesta inmunológica dual en personas de 18 a 55 años que duraba al menos dos meses después de haber sido aplicada.
Los investigadores británicos comenzaron a probar la vacuna en abril en unas mil personas. Estos primeros ensayos suelen estar diseñados sólo para evaluar lo segura que es la vacuna para el ser humano, pero en este caso los expertos también buscaban ver qué tipo de respuesta inmunológica se provocaba.
“Estamos viendo una buena respuesta inmunológica en casi todo el mundo”, dijo el Dr. Adrian Hill, director del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford. “Lo que esta vacuna hace particularmente bien es desencadenar ambos brazos del sistema inmunológico”, dijo.
Hill explicó que se producen anticuerpos neutralizantes, moléculas que son clave para bloquear la infección. Además, la vacuna también causa una reacción en las células T del cuerpo que ayudan a combatir el coronavirus.
La vacuna experimental del COVID-19 causó efectos secundarios menores como fiebre, escalofríos y dolor muscular con más frecuencia que en los que recibieron una vacuna de control contra la meningitis.
Hill dijo que todavía se están realizando ensayos más grandes para evaluar la eficacia de la vacuna, en los que participan unas 10 mil personas en el Reino Unido, así como participantes en Sudáfrica y Brasil. Otro gran ensayo está programado para comenzar pronto en los Estados Unidos, con el objetivo de probar la vacuna en unas 30 mil personas.
La rapidez con que los científicos puedan determinar la eficacia de la vacuna dependerá en gran medida de cuánta más transmisión haya, pero Hill estimó que podrían tener datos suficientes a finales de año para decidir si la vacuna debe ser adoptada para las campañas de vacunación masiva.
Según Hill la vacuna creada en Oxford está diseñada para reducir la enfermedad y la transmisión. Utiliza un virus inofensivo (un virus del resfriado de los chimpancés, diseñado para que no pueda propagarse) para llevar la proteína de punta del coronavirus al cuerpo, lo que debería desencadenar una respuesta del sistema inmunológico.
Hill dijo que Oxford se ha asociado con el fabricante de medicamentos AstraZeneca para producir su vacuna a nivel mundial, y que la compañía ya se ha comprometido a replicar 2 billones de dosis.
Numerosos países, entre ellos Alemania, Francia, Holanda, Italia, los Estados Unidos y el Reino Unido, ya han firmado acuerdos para recibir cientos de millones de dosis de la vacuna (que aún no ha sido licenciada) con las primeras entregas programadas para el otoño. Los políticos británicos han prometido que, si la vacuna resulta efectiva, los británicos serán los primeros en recibirla.