¡Ganó con lo justo! La selección francesa derrotó al combinado belga por 1-0. Samuel Umtiti (50′) fue el autor del único gol del compromiso en el estadio de San Petersburgo. Definirá el título con el ganador entre Inglaterra y Croacia, mientras que el perdedor de esa llave se enfrentará ante Bélgica por el tercer lugar.
La Marsellesa volverá a sonar más fuerte que nunca el 15 de julio en Moscú cuando Francia juegue la gran final ante el ganador del duelo entre Inglaterra y Croacia. La selección gala se impuso la tarde de este martes ante Bélgica por 1-0 en el estadio de San Petersburgo. Los franceses buscarán su segunda Copa del Mundo. La primera la ganaron en el mundial que organizaron en 1998.
Samuel Umtiti, a los 50 minutos, batió a Courtois con un cabezazo excepcional, que fue a parar al fondo del arco belga tras un tiro de esquina. La escuadra gala de la mano de Lloris, la velocidad de Mbappe y la solvencia de Varane y Canté fueron superiores a una selección belga, que no regaló nada durante los 96 minutos que se disputaron.
Los ‘Diablos Rojos’ liderados por Hazard no pudieron embocarla pese a dominar gran parte del primer tiempo. De Bruyne, Lukaku, Alderweireld y el propio Hazard no estuvieron acertados, ya que sus remates siempre encontraron una pierna rival o las manos de Lloris.
Será la tercera final de los galos en la que su entrenador, Didier Deschamps, espera escribir con letras de oro su nombre, ya que de ganar el título se convertirá en el primer francés en coronarse como jugador y como entrenador. En la Copa de 1998 fue el capitán del combinado de su país.
“El cabezazo de Umtiti fue la diferencia. Fue muy complicado”, dijo el entrenador Deschamps tras el encuentro reconociendo que se jugó un partido parejo con dos equipos con mucha disciplina y ordenados en todas sus líneas.
El cabezazo del zaguero del Barcelona fue bien valorado, ya que le ganó a Fellaini, uno de los mejores cabeceadores del mundial, por lo que Umtiti ahora vive el momento más glorioso de sus 24 años de vida (dos de ellos en Yaundé, la ciudad de su nacimiento en Camerún).
Tras el pitazo final del uruguayo Andrés Cunha los franceses desataron el festejo enlas gradas del estadio de San Petersburgo ante la desazón de los belgas que deberán esperar cuatro años para volverlo a intentar.