De nuestra redacción:
A medida que las provincias empiezan a dirigirse cautelosamente hacia la normalidad, levantando suavemente las restricciones destinadas a frenar la propagación de COVID-19, una nueva encuesta sugiere que los canadienses están en gran medida contentos con el ritmo en que esta llevando a cabo este proceso.
La encuesta, realizada por Leger y la Asociación de Estudios Canadienses entre el 1 y el 3 de mayo, contó con 1.526 canadienses adultos y 1.002 estadounidenses adultos reclutados al azar de su panel en línea para ser encuentados.
En la mayoría de las provincias que han tomado acciones para la reapertura, entre el 60 y el 70% de la población apoyó esas medidas, mientras que entre el 16 y el 30% desearía que su gobierno fuese un poco más cuidadoso.
Algunas provincias ya han comenzado a flexibilizar las medidas de distanciamiento físico establecidas a medida que el crecimiento del número de casos de COVID-19 comenzó a cobrar fuerza en marzo.
En Quebec, que tiene el mayor número de casos de COVID-19 en Canadá, se está permitiendo que algunas tiendas minoristas vuelvan a abrir fuera de Montreal con miras a reactivar los sectores de la fabricación y la construcción la semana próxima.
Ontario, con el segundo mayor número de casos confirmados en el país, está permitiendo la reapertura parcial de algunos negocios de temporada. Manitoba ha ido aún más lejos, permitiendo un acceso ligeramente restringido a bibliotecas, museos y patios de restaurantes.
Pero en Alberta, que planea permitir que ciertas tiendas minoristas, restaurantes y guarderías reabran sus puertas ya el 14 de mayo, la gente parece menos cómoda con la rapidez con que se mueven las cosas.
Allí, al 50% de los encuestados les gustaría que la provincia fuera más lenta en el proceso de reapertura.
En la última encuesta, el 28% opinó que se sentirían cómodos levantando las restricciones sólo si hay casos esporádicos y no hay presión sobre el sistema de atención de la salud.
Una razón para la aceptación de los planes provinciales de reapertura gradual puede ser el apoyo constante y la confianza que los encuestados han expresado en sus gobiernos, que se han mantenido altos durante toda la epidemia canadiense.
Esto contrasta fuertemente con los Estados Unidos, donde el 43% de los encuestados expresaron su satisfacción por las medidas adoptadas por el presidente Donald Trump para luchar contra el COVID-19.
En Canadá, el 77% de los encuestados dijeron estar satisfechos con lo que está haciendo el gobierno federal.