Rodrigo Díaz M.
El gobierno de Ontario dice que comenzará a implementar la siguiente fase de su estrategia para expandir y mejorar significativamente las pruebas del COVID-19.
Además de las pruebas en curso para el público en general, Ontario le administrara las pruebas proactivamente a varios grupos prioritarios, como:
- Pacientes hospitalizados.
- Los residentes de centros de atención a largo plazo y hogares de ancianos.
- Trabajadores de la salud, cuidadores, proveedores de atención, paramédicos y personal de primeros auxilios, incluidos policías y bomberos.
- Comunidades remotas, aisladas, rurales e indígenas.
- Otros centros de vida congregacional, incluyendo refugios para personas sin hogar, prisiones y hogares de grupo.
- Poblaciones vulnerables específicas, incluidos los pacientes sometidos a quimioterapia o hemodiálisis y que requieren trasplantes, así como las personas embarazadas, los recién nacidos y los trabajadores transfronterizos.
- Otros trabajadores esenciales, tal como se definen en las órdenes provinciales.
“Estamos enfocados en aumentar nuestra capacidad de pruebas para poder proteger a los más vulnerables de nuestras comunidades y a aquellos que los protegen, como nuestros trabajadores de atención médica de primera línea y los socorristas”, dijo el premier Doug Ford en una declaración esta tarde.
“Al ampliar nuestra capacidad de pruebas, podremos encontrar casos más rápido, intervenir antes, reducir la propagación y salvar vidas”.
La provincia espera duplicar el número de pruebas procesadas cada día hasta 8 mil para el miércoles 15 de abril y hasta 14 mil para el 29 de abril.
El gobierno provincial dice que se han hecho grandes esfuerzos para ampliar la capacidad de pruebas de laboratorio de Ontario y seguirá aumentándola mediante la utilización de hospitales, comunidades y laboratorios de investigación.
Hasta la fecha, la provincia ha realizado más de 94 mil pruebas del COVID-19.