De nuestra redacción:
Ontario tendrá que instalar casi 900 nuevas camas en la unidad de cuidados intensivos (UCI) para poder hacer frente al aumento de pacientes con COVID-19 previsto en el mejor de los casos en las cifras oficiales reveladas ayer.
En este momento, la provincia tiene un estimado de 415 camas de cuidados intensivos disponibles, mientras el gobierno de Ford intenta crear los cientos de nuevos espacios que los expertos esperan necesitar.
Las camas adicionales resultarían en un total aproximado de 1.300 camas de UCI dedicadas a los pacientes de COVID-19.
En las cifras reveladas por la provincia ayer se sugiere un aumento en la demanda que podría, en el mejor de los casos, llegar a su pico el 18 de abril, pero permanecer por debajo de la capacidad total de Ontario si las 900 nuevas camas están disponibles para entonces.
En el peor de los casos, la demanda de camas en la UCI aumentaría considerablemente hasta por lo menos finales de abril, superando la capacidad de la provincia ya el 14 de abril, incluso con las 900 nuevas camas.
Sin embargo, es probable que ese escenario nunca se materialice, ya que los números actualizados indican que el número de pacientes de COVID-19 no está aumentando tan rápidamente como los investigadores pensaban.
Los funcionarios de salud dicen que un compromiso continuo con el distanciamiento físico ayudará a Ontario a evitar la tensión insostenible en los hospitales que sugieren las cifras del peor de los casos.
“Si podemos mantener la prevalencia de la enfermedad a un nivel más bajo, la capacidad que tenemos, o que podríamos poner después, sería realmente suficiente”, dijo Matthew Anderson, presidente y director ejecutivo de Ontario Health.
Todas la data revelada ayer por la provincia de Obtario sugiere que entre 3 mil y 15 nil personas morirán de COVID-19 en Ontario durante la pandemia. El modelo también pronostica un total de 80 mil casos confirmados del virus para finales de abril.