Las autoridades chilenas informaron este martes que en las últimas 24 horas se registraron 176 nuevos casos de COVID-19, lo que eleva la cifra total hasta los 922, y que están barajando decretar una cuarentena en el oriente de la capital, donde se concentran la mayoría de los contagios.
“En la región metropolitana tenemos una disminución de los nuevos casos en el sector oriente, sin embargo, es el lugar donde se concentra el mayor número de casos del país y es el lugar desde donde puede diseminarse la infección”, explicó el ministro chileno de Salud, Jaime Mañalich.
De los nuevos casos, 81 se encuentran en los barrios acomodados de Providencia, Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, en el oriente de la ciudad, y en total hay cerca de 40 personas hospitalizadas, dos de ellas en estado “grave”, indicó Mañalich.
“Todos lo días estamos evaluando medidas. Yo no descarto que en las próximas horas o días se tomen medidas más estrictas respeto a estas cuatro comunas del sector oriente de la capital”, añadió el ministro.
El país, que registró su primer caso de COVID-19 el pasado 3 de marzo y ya suma dos muertes, se encuentra bajo el estado de excepción por catástrofe, con las clases suspendidas y las fronteras, los centros comerciales, los cines, los restaurantes y los comercios que no sean de primera necesidad cerrados.
Aunque hay muy poca actividad en las calles, el Gobierno solo ha decretado el confinamiento preventivo para los mayores de 80 años, pero cada vez son más las voces que piden extenderlo para toda la población, entre ellos el Colegio Médico y medio centenar de alcaldes de todo el país.
Países vecinos con menos casos como Argentina, Bolivia, Colombia y Perú ya llevan varios días con la población confinada en sus casas.
El Gobierno sí decretó un toque de queda desde las 22.00 horas hasta las hasta las 05.00 del día siguiente en todo el territorio, aunque este martes lo adelantó a las 14.00 horas en la remota Isla de Pascua, donde ya hay una persona contagiada.
El ministro también anunció este martes que se fijó un valor máximo para la prueba del COVID-19 en la sanidad privada de 25.000 pesos chilenos (cerca de 30 dólares) y un nuevo cordón sanitario en la localidad norteña de San Pedro de la Paz, que se suma al ya impuesto en la ciudad central de Chillán.
También están en cuarentena desde hace unos días la ciudad austral de Puerto William y Caleta Tortel, un pequeño pueblo de la Patagonia chilena, por donde paseó un turista infectado que viajaba en un crucero.
“La evolución de la pandemia (en el mundo) sigue siendo muy grave”, alertó Mañalich.