Bélgica rectificó a tiempo y se impuso 3-0 el pasado lunes a la debutante Panamá, que tuvo un emocionante estreno en un Mundial arropada por miles de hinchas en el estadio Sochi que llegaron a creer que los canaleros podían dar otra sorpresa pero se toparon con la contundencia de una de las candidatas al título.
El equipo centroamericano se vio sobrepasado por la calidad de los europeos, con un enchufado Romelu Lukaku que se fue con un doblete del Estadio Olímpico de esta ciudad del sur de Rusia (69 y 75). El primer tanto había sido obra de Dries Mertens nada más volver del descanso (47).
Panamá no jugaba sola en Sochi. Le empujaban miles de compatriotas que se trajeron el Caribe a Rusia y los otros cuatro millones que se habían quedado en esta nación en el corazón de América, que este lunes lo estaba también del mundo.
No hay quién se resista a la historia del más débil, del que llega por los pelos a la fiesta de los poderosos, y hoy Panamá era un poco todos. Sobre todo en esta Copa que ha arrancado enloquecida, donde Islandia le para un penal a Leo Messi y México le gana a Alemania.
Ahora era el turno de este equipo que puso los pelos de punta a Sochi cantando el himno como nunca y con las lágrimas de su capitán, Román Torres, cuyo gol les dio la clasificación hace ocho meses y hoy, como todos, estaba allí para dejarse la vida.
El problema es que enfrente estaba Bélgica, una constelación de talentos que aspira a todo y con la rabia de ya haber fallado antes. Apenas se controlaba las pulsaciones Panamá cuando la carnicería parecía segura: primero Yanick Carrasco, luego un tiro de Mertens que salvó un inspirado Jaime Penedo, el peligroso Eden Hazard merodeando por el área.
Su gente no abandonaba a los canaleros, que coreaban todas sus acciones, pero no parecía entonces que fuera suficiente. Menos cuando Torres y Penedo tuvieron un error inocente en una cesión que casi acaba en un gol por descuido de Hazard.
Pero lo salvaron, su gente les volvió a recordar que llevaban toda una vida esperando por ellos y los del veterano ‘Bolillo’ Gómez se vinieron arriba.
Después de todo, la presión era para Bélgica y ellos no tenían nada que perder. Tanto, que Édgar Bárcenas se dio el gusto de darle un susto por la banda derecha a Jan Vertonghen y Aníbal Godoy se aventuró con un sombrero fallido a Toby Alderweireld.