Rodrigo Díaz M.
Algunas universidades canadienses instan a sus estudiantes de intercambio en Hong Kong a que consideren la posibilidad de regresar a su país, ya que el territorio semiautónomo chino está acosado por una escalada de violencia protagonizada los funcionarios del gobierno y los manifestantes a favor de la democracia.
Hasta ahora, sólo una escuela canadiense, la Universidad McGill de Montreal, ha informado de una asociación con la Universidad Politécnica de Hong Kong, el campus en el centro de un tenso asedio policial.
Sin embargo, los estudiantes de varias escuelas ya han comenzado a prestar atención a las advertencias generalizadas y a interrumpir sus intercambios.
La Universidad de British Columbia (UBC, por sus siglas en inglés) dijo que 11 de sus 32 estudiantes que actualmente cursan programas en Hong Kong postsecundarios han abandonado el territorio asiático.
“Dadas las tensiones actuales en Hong Kong, la universidad se ha puesto en contacto con todos los estudiantes de la UBC que estudian en Hong Kong para discutir sus opciones y asegurarse de que se sientan seguros y apoyados en caso de que decidan marcharse”, dijo la UBC en una declaración. “Nuestra recomendación es que se vayan de Hong Kong”.
Las protestas se han incrementado en Hong Kong desde principios de junio, pero se han intensificado en las últimas semanas y han comenzado a extenderse a las instituciones postsecundarias que han optado por suspender las clases desde el principio en un intento de frenar la violencia.
Las manifestaciones comenzaron pacíficamente, provocadas por la legislación propuesta que habría permitido extraditar a los sospechosos a la China continental. Pero cuando se retiró el proyecto de ley de extradición, las protestas se convirtieron en un movimiento de resistencia contra el gobierno del territorio.
Global Affairs Canada dice que está siguiendo de cerca los continuos disturbios en Hong Kong, pero no se refirió específicamente a las circunstancias a las que se enfrentan los estudiantes. El gobierno está instando a los canadienses de la zona a que actúen con “un alto grado de cautela” en sus viajes.














