Rodrigo Díaz M.
La victoria de la minoría liberal en las elecciones federales del 21 de octubre significa que el sistema de inmigración de Canadá probablemente se mantendrá estable mientras puedan mantener la confianza del Parlamento.
Aunque los liberales tendrán que contar con el apoyo de al menos otro partido para aprobar la legislación en el Parlamento, lo que requerirá negociación y compromiso, es difícil imaginar que la política de inmigración será objeto de duras negociaciones, dadas las opiniones similares que los distintos partidos del Parlamento comparten sobre el tema.
Bajo el plan actual liberal, la meta anual de inmigrantes aumentará de 330.800 en 2019 a 350 mil para 2021, y su plataforma electoral sugirió que este patrón continuaría si lograban un nuevo mandato.
Dado el enfoque gradual empleado por los liberales en los últimos años, podemos esperar que los objetivos de inmigración aumenten en unos 10 mil recién llegados más o menos cada año después de 2021, lo que significa que Canadá podría aspirar a unos 370 mil inmigrantes para 2023.
En su primer mandato, los liberales lanzaron varios programas piloto de inmigración de clase económica. El más notable fue el Piloto de Inmigración del Atlántico (AIP, por sus siglas en inglés), que los liberales prometieron que se convertiría en permanente si ganaban otro mandato.
Todas las miradas girarán ahora en torno al Programa para Nominados Municipales (MNP, por sus siglas en inglés), que los liberales se comprometieron a ayudar a las ciudades más pequeñas de Canadá a atraer más inmigrantes.
La promesa del Partido Liberal de renunciar a los costos de la obtención de la ciudadanía canadiense para los residentes permanentes elegibles sugiere que la ya alta tasa de solicitudes para la adquisición de la ciudadanía de Canadá aumentará aún más a largo plazo.
Los adultos deben pagar actualmente 530 dólares más una “cuota de derecho de ciudadanía” de 100 dólares para procesar su solicitud de ciudadanía.
La opción racional para aquellos que actualmente tienen derecho a solicitar la ciudadanía sería la de esperar hasta que los liberales aprueben la legislación que implemente este cambio.
De acuerdo a como se desarrollen los eventos en el marco de la aprobación de esta nueva legislación, podemos esperar un descenso a corto plazo en las solicitudes de ciudadanía debido a la incertidumbre de no tener por sentado si la nueva ley se aprobará o no; seguido de un aumento en las solicitudes de ciudadanía, al ya hacerse oficial la eliminación de los pagos a los residentes permanentes a la hora de iniciar el proceso de la obtención de la ciudadanía canadiense.
Los liberales han destinado 110 millones de dólares para 2023-2024 para hacer frente al aumento previsto de las solicitudes, lo que representa un aumento del 40% con respecto a lo que esperan gastar para aplicar esta política.
Esto indica que esperan que esta política se traduzca en un aumento de aproximadamente el 40% en el número de nuevos ciudadanos para 2024.
Mientras que el regreso de los liberales al poder mantendrá la estabilidad dentro del sistema de inmigración, un resultado diferente probablemente también habría resultado en que las políticas de inmigración de Canadá no se vieran afectadas en su mayor parte.
La campaña de 2019 puso de relieve que los principales partidos de Canadá comparten la misma visión fundamental sobre la inmigración: la bienvenida a los recién llegados es fundamental para el desarrollo económico del país.
Esto es algo que todos aquellos que apoyan la inmigración deberían celebrar, independientemente de su afiliación política, ya que pone de relieve lo único que Canadá es entre las democracias occidentales en un momento de creciente polarización en todo el mundo.
Por supuesto, esta posición también se debe al cálculo político: en 2019, es prácticamente imposible tener éxito en una elección federal canadiense sin el apoyo de los votantes inmigrantes.