Por Alejandro A. Morales
TORONTO. En un momento especial de nuestra provincia, el clima electoral se pone candente al abrirse oficialmente la campaña que llega al día de la elección en materia de tres semanas. Como ha sucedido con anterioridad, hay muchos que se interesan en anticipar cuál será la respuesta de nuestra comunidad en el proceso de emitir o no su voto, especialmente en lo que se refiere a nuestra tercera edad.
En general, la lealtad eleccionaria de la tercera edad supera a aquella de la juventud y otras edades cuando se trata de “cumplir con su deber cívico”. No obstante, el abstencionismo, cualesquiera que sea su causa, sigue siendo alto y en ocasiones supera un 50 por ciento de la población con derecho a voto. Este fenómeno ha causado preocupación en varias de nuestras instituciones y se han hecho esfuerzos para interesar nuestra gente en el proceso eleccionario, simplemente porque la capacidad de elegir representantes al parlamento, de alguna manera mejora nuestra posibilidad de mejorar la capacidad de abogacía que nos llevaría a solucionar algunos de nuestras necesidades más urgentes.
Por tal razón, es importante que nuestro grupo etario este consciente y muy claro acerca de cuáles son nuestras necesidades y deducir al confrontar las plataformas partidarias si nuestra edad forma parte de ellas y así de una vez comenzar a derribar el mito existente de nuestra “invisibilidad”. No olvidar que una plataforma es una declaración escrita de un partido político o candidato de su programa (a veces consideradas como “ofertas”). No cabe duda de que una breve lista de lo que necesitamos mejorar envuelve los siguientes puntos:
- Salud (hacinamiento en los hospitales, salud dental, hogares a largo plazo, fármacos subvencionados, etc.)
- Vivienda social subvencionada y adecuada
- Medidas económicas (mejoramiento de las pensiones e independencia económica))
- Mejoramiento en el financiamiento de las instituciones que forman parte de nuestro capital social y nos ayudan a solucionar trámites de todo tipo al estar limitados en el idioma.
Por supuesto existen otras necesidades que nuestros adultos mayores conocen y las señalen a quienes aspiran a ocupar un escaño en el parlamento. Dado lo crítico del asunto descrito, es interesante discernir y hacer un breve análisis sobre la llamada apatía política y como consecuencia el abstencionismo electoral, que en nada ayudan en estimular el desarrollo humano y socioeconómico de nuestra sociedad en general y, en específico, nuestro grupo de habla hispana.
La apatía política es un estado de indiferencia, de pasividad y falta de interés respecto de la política. Se la vive siempre como espectador y se intenta ignorarla. Va acompañada siempre de una baja receptividad a estímulos políticos y un bajo nivel de información política. Entender sus causas puede ayudar a construir un programa mucho más efectivo.
En aquellos lugares en que el voto es voluntario, el no votar no tiene consecuencias para el titular del derecho a voto. No olvidemos que para muchos el votar es un deber cívico y moral, mientras que para otros es simplemente un derecho que puede ser ejercido o no, según la estructura jurídica de su propio país (voto voluntario u obligatorio).
En algunos casos el abstencionismo electoral asimilado a la apatía participativa, puede ser una expresión de desentendimiento, crítica negativa, distanciamiento, incredulidad, falta de atracción, desencanto. De esta manera la abstención puede significar rechazo al sistema político existente.
Más frecuente, sin embargo, aparece la llamada “pereza política”. Las características de un elector apático serían: Hedonista/individualista/no se organiza ni se sindicaliza/descontento/decepcionado y con rabia “contra los políticos”/cae en falacias o generalizaciones sin fundamento(“toda la gente”, “todos los políticos”, “todas las mujeres”)/incapaz de hacer un análisis serio de la realidad y maneja estadísticas añejas o poco serias/si pudiera votaría por si mismo, pero como no cree en el instrumento fundamental de la democracia, se auto-elimina/es víctima de aquellos que proclaman “todos los políticos son corruptos”, un lema que es usado pero no practicado respecto de sus candidatos/.
En cualquier caso, el sistema político no pierde legitimidad por el descenso de participación, ya que la abstención es tolerada como forma de expresión política en la democracia, aun cuando su ideal es la participación plena de la totalidad de los ciudadanos.
Con el objetivo de ayudar a nuestra comunidad en el proceso, el Consejo de Desarrollo Hispano, Family Service Toronto y ASHTOR han invitado a todos los interesados en ayudar a nuestra comunidad en el proceso a un Cabildo Abierto a realizarse el jueves 24 de mayo desde la 1:30 pm a las 4:00 pm en CASA MAIZ (1280 Finch Ave West, Suite 204). La modalidad de “cabildo abierto” (town hall) permitirá a todos quienes deseen opinar una oportunidad para hacerlo. Esto ayudará a obtener una clara percepción del acto eleccionario y cómo abordarlo con claridad y autenticidad.