Rodrigo Díaz M.
El 21 de junio este marcado en muchos calendarios alrededor del mundo. Especialmente en los calendarios de aquellos que viven en países con un clima frío.
Antes de ser clasificado como el primer día del verano en el hemisferio norte, hace miles de años la civilización incaica celebraba esta época del año venerando a su dios, Inti; agradeciéndole por la llegada del sol que hacía que la cosecha fuese abundante año tras año.
El festival Inti Raymi se ha celebrado en Toronto en el formato actual por más de 15 años. Esta edición 2019 se llevó a cabo el sábado 21 de junio y el domingo 22 de junio y ofreció a la gente música tradicional en vivo de manera gratuita y la posibilidad de degustar la comida típica de varias regiones latinoamericanas como empanadas, pupusas o choclos.
Hernán Astudillo, padre de la iglesia anglicana de San Lorenzo y promotor del evento, explicó que una de las razones por las cuales ese celebra el festival es para dar a conocer esta rica cultura a todos los habitantes de Toronto.
“Es muy importante educar a nuestra comunidad de las tradiciones que traemos de nuestros países de origen,” dijo Astudillo. “Al vivir en Toronto, la capital del multiculturalismo, es muy importante mantener viva estas tradiciones.”
Todos los que trabajan para hacer del festival Inti Raymi entretenido para el público son voluntarios. La mayoría son de origen latinoamericano, pero, en un país como Canadá y en una ciudad como Toronto, es imposible no encontrarse con sorpresas.
Charles Goodwill es un empresario de origen sudafricano que estuvo trabajando como voluntario junto a sus dos hijos en el festival.
“Nosotros no hablamos español,” admitió Goodwill.
Según el padre Astudillo todos los que se encuentran reunidos en el festival hablan el mismo lenguaje, “el lenguaje del amor y la solidaridad.”
Goodwill dijo que, a el y a sus hijos, les encantaría volver el año que viene como voluntarios al festival.
“La atmósfera aquí es increíble; en los festivales a los que mi familia y yo vamos hay música y eso, pero no se compara con la atmósfera del Inti Raymi.”
Para el padre Astudillo la integración de Latinoamérica al multiculturalismo es beneficiosa para todos pues el latinoamericano no quiere “vivir en una burbuja.”
Esto se encuentra reflejado bajo el slogan del festival: “todos bajo el mismo sol de un festival de arte, color, sabor y amor.”