Hoy en día, existen algunos hábitos conductuales que son aparentemente inofensivos pero que sin darnos cuenta a largo o incluso a corto plazo, pueden llegar a ser sumamente perjudiciales para nuestra salud física y mental.
Por Marissa Glover
Con el paso del tiempo, la valoración social del trabajo ha ido en constante evolución, así como también la motivación que tenemos para trabajar a ido cambiando. Todas las personas tenemos ciertas áreas vitales para nuestra salud mental e incluso física que si se encuentran en un buen equilibrio pueden llevarnos a gozar de una buena calidad de vida y bienestar emocional.
El área laboral sin duda, es una parte importante y que puede resultar también determinante para nuestra salud mental. El trabajo, además de ser una fuente de ingresos, nos brinda también algunos elementos que influyen en nuestro bienestar emocional. Entre ellos se encuentra el hecho de que crea un sentido de utilidad, de pertenencia, favorece las relaciones sociales, un nivel de actividad en donde el tiempo peronal está bien estructurado, entre otras cuestiones importantes para la satisfacción laboral y finalmente para la salud mental de la persona.
¿Cuándo el trabajo se vuelve una adicción?
Durante muchos años, el hecho de que las personas dedicaran una enorme cantidad de tiempo y esfuerzo a trabajar, se había considerado como algo sumamente positivo dentro de la sociedad ya que esto brindaba un mayor sentido de responsabilidad y era percibido por los demás como algo indispensable para llegar a tener éxito, un incremento del bienestar económino y la adquisión de un mayor status social.
Ha sido hasta los últimos años, cuando Oates (1971) en su libro “Confessions of a workaholic” o “Confesiones de un laboradicto (adicto al trabajo)” utilizó este término por primera vez. Desde entonces, este fenómeno dejó de percibirse como algo positivo y pasó a considerarse como un grave trastorno que puede llegar a traer a la persona adicta al trabajo una serie de consecuencias a nivel físico y psicológico.
Se considera que el trabajo se ha vuelto una adicción cuando la persona….
- Se implica de manera exagerada en su actividad laboral, al grado de no poder tomarse algunos días de descanso y disfrutar de sus vacaciones ya que todo el tiempo está al pendiente de lo que ocurre en el trabajo.
- No logra disfrutar realmente de la tarea que está realizando, se preocupa simplemente por terminarla para pasar rápidamente a otra pretendiendo abarcar mucho.
- Le cuesta mucho e incluso llega a ser incapaz de rechazar trabajo adicional al que ya esta llevando a cabo. Por lo que suele llenarse de una gran cantidad de responsabilidades.
- Siente la necesidad de trabajar de manera intensa y es incapaz de tomarse un tiempo para relajarse.
- Mide su valía personal centrándose únicamente en los logros obtenidos en el área laboral.
- Se preocupa únicamente por el área laboral dejando a un lado todas las demás (familiar, social, personal, de pareja…)
¿Qué consecuencias tiene ser adicto al trabajo?
Ser adicto al trabajo tiene consecuencias, las cuales pueden aparecer a corto, mediano o a largo plazo. Es importante identificar y corregir este tipo de actitudes ya que de no ser así, las consecuencias cada vez pueden ser más graves.
Entre las principales consecuencias que trae consigo la adicción al trabajo, se encuentran las siguientes: -asilamiento social, -insatisfacción personal, -perder el interés por relacionarse con personas que “no son productivas” y que no aportan “algo de valor”,
-problemas de salud relacionados con el estrés y la ansiedad constante (en los casos más graves se puede llegar a sufrir un infarto por la cantidad excesiva de trabajo y responsabilidades), -pérdida de la espontaneidad (por ejemplo, en el área de pareja, las relaciones sexuales pueden volverse monótonas y programadas), entre muchas otras consecuencias que implican también una pérdida de disfrute de la vida en general.
Consejo para prevenir la adicción al trabajo
Como hemos visto al principio del artículo, el equilibrio de nuestras áreas vitales (trabajo, salud, relaciones sociales, familiares, objetivos personales, etc.) es indispensable para mantener un buen equilibrio emocional. Así que, si te sientes identificado con esta situación es necesario que pongas un alto y hagas consciencia de la importancia que tienen para ti tus otras áreas vitales. Sabemos que el trabajo es importante, pero, ¿qué importancia le estás dando a tu salud física y psicológica?, ¿qué pasa si descuidas esta área y comienzas a enfermarte?, ¿qué importancia tiene para ti tu familia?, ¿el trabajar de manera excesiva te acerca o te aleja cada vez más de ella?, ¿qué consecuencias traería eso para ti?
Una vez que hayas identificado la importancia que tiene para ti cada área vital, asigna pequeños objetivos que te ayuden a mejorar en cada una de ellas y comienza a llevarlos a cabo. Se trata de conseguir un sano equilibrio entre todas ya que de esta manera no solo vas a lograr aumentar tu bienestar físico y emocional, sino que incluso hay más probabilidades de que puedas ser más productivo en tu trabajo sin tener que estar sacrificando y dejando de lado aquello que también importa en tu vida y te brinda esa felicidad que todos estamos buscando.
Te espero dentro de 2 semanas con un nuevo artículo. Si tienes alguna duda, comentario, si te gustaría proponer un tema nuevo del que quisieras que tratara en mi siguiente artículo y/o si te gustaría recibir atención psicológica de manera online, puedes contactar conmigo por medio de mi correo electrónico: [email protected], twitter: @m_glover21, fan page: “Dosis de psicología” o mi blog personal: https://dosis-de-psicologia.blogspot.com ¡Hasta la próxima!