Por Francisco Reyes
TORONTO. El proyecto, patrocinado por la asociación de Seniors Hispanos de Toronto (ASHTOR), “The Law Fundation of Ontario” y “Unison Health & Communitu Services”, está destinado a “la preparación de trabajadores comunitarios, proveedores de cuidados y líderes comunitarios que sirven a los adultos mayores hispanoparlantes”, con el fin de “diseminar los fundamentos en la legislación, derecho y justicia, garantizarles una vida saludable y segura de acuerdo con nuestras instituciones”.
Al presentar la iniciativa, el director ejecutivo del DHC, Duberlis Ramos, dijo que “la preocupación por los adultos mayores es uno de los grandes retos legales” para combatir la situación de pobreza y disgregación que vive ese importante sector de la sociedad.
De acuerdo con datos estadísticos presentados por Gabriel Parada, presidente de la junta directiva de ASHTOR, unas 80,000 personas integran en Toronto el sector más vulnerable de la sociedad, en el que un 50% de los problemas legales que tienen los ‘seniors’ es la incapacidad de llenar formularios.
A esta situación se agrega el deterioro de la salud mental que puede conducir a abusos de los adultos mayores, según expuso el abogado Juan Carranza, de la junta directiva del HDC.
Como invitada especial estuvo Rosalinda Paredes, de los servicios legales de Unison, quien después de contar sus experiencias como paralegal, atendiendo diferentes casos de hispano-latinos en la preparación de documentos oficiales, planteó la necesidad de una investigación profunda para que se conozcan los derechos de los adultos mayores y la cobertura de la ley en Ontario.