Por Alexander Terrazas *
Las múltiples elecciones celebradas durante el 2018 han cambiado de forma notable el mapa político de Canadá, Estados Unidos y varios países Latinoamericanos; asimismo, este año ha estado marcado por las grandes migraciones registradas por parte de los ciudadanos centroamericanos y venezolanos.
A nivel local, John Tory, fue reelecto Alcalde por cuatro años más con el 63% de los votos, en las elecciones del 22 de octubre. Tory tiene el tremendo desafío de construir viviendas sociales accesibles, mejorar el sistema de transporte público y luchar contra la ola de crímenes y tiroteos que sacude la ciudad. A nivel provincial, Doug Ford, el líder del Partido Conservador Progresivo se convirtió en el nuevo ‘Premier’ de Ontario, tras ganar por mayoría absoluta las elecciones del pasado 7 de junio. Ford, a sus 53 años, se sentó por primera vez en el sillón de mando de Queen’s Park, luego de 15 años de poder de los liberales.
A nivel federal, Justin Trudeau cumplió con algunas de sus principales promesas de campaña electoral, por ejemplo, aumentar el número de refugiados sirios, revertir algunas medidas conservadoras, sellar un nuevo acuerdos y legalizar la marihuana. Esta polémica política de Estado, es quizá el hecho noticioso más importante de América por todas las implicaciones que ello conlleva. Además, Trudeau ha manifestado abiertamente su intención de buscar la reelección en el cargo en las próximas elecciones generales del 2019.
En Estados Unidos, el presidente Donald Trump, se enfrascó en una guerra contra los inmigrantes que ha tenido su reflejo en medidas tan impopulares como la separación familiar o el despliegue del Ejército en la frontera con México. Sin embargo, uno de sus puntos altos del Magnate de la Casa Blanca fue su política internacional tras su retirada del acuerdo nuclear con Iran y el fin a la guerra comercial con China. Lo malo de este año para Trump ha sido perder el control de la Cámara de Representantes donde los Demócratas volvieron a recuperar su mayoría.
A nivel América Latina, en Brasil a través de una bochornosa elección y un cuestionado balotaje, el ultraderechista Jair Bolsonoro, fue elegido como el nuevo presidente en lugar de Michael Temer. El gigante de América atraviesa muchos problemas sociales, económicos y políticos que deberán ser resueltos por el nuevo Gobierno. En Colombia, Iván Duque, el candidato impulsado por el expresidente Álvaro Uribe, se impuso en segunda vuelta ante el izquierdista Gustavo Petro con el 53,85%. El país cafetero inaugura así una etapa crucial a un año y medio después de la firma de los acuerdos con las FARC, a los que Duque pretende aplicar modificaciones.
En Cuba Raúl Castro, quien estuvo durante décadas a la sombra política de su hermano Fidel como un eterno y leal escudero, y quien tras asumir la Presidencia intentó hacer un equilibrio con reformas económicas pero sin cambios políticos, dejó el poder. El nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se comprometió a continuar tanto con la revolución de sus antecesores como con la actualización del modelo económico. En Venezuela, Nicolás Maduro, fue reelecto en unas elecciones ‘fraudulentas’ pese a las manifestaciones de los venezolanos que exigían un cambio de régimen. Las nuevas medidas impuestas por el Gobierno de Maduro, han sumergido al país en una profunda crisis económica y millones de venezolanos han tenido que abandonar su patria. En Chile Sebastián Piñera comenzó su segundo mandato y la Corte Internacional de Justicia respaldó al país en su litigio con Bolivia. Otro hecho no menor pero importante para la democracia de la región, fue la habilitación del presidente de Bolivia Evo Morales para una cuarta reelección, pese a que la Constitución Política del Estado boliviano lo prohíbe, así como un referéndum vinculante donde los bolivianos decidieron ‘No’ a una nueva repostulación de Morales. Y, Argentina, sufrió una devaluación abrupta de su peso, desencadenando en una grave crisis económica.
Los países centroamericanos, como El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, no han logrado solucionar sus problemas económicos, sociales y políticos. Muchos ciudadanos de estos países, salieron huyendo de la violencia, la pobreza y la corrupción de sus gobiernos; organizaron la ‘Caravana de Migrantes’ y marcharon hacia el norte en busca de mejores días. Hoy, los marchistas se encuentran en México, en la frontera de Estados Unidos, esperando ser acogidos pese al rechazo del Presidente Donald Trump.
Este es el panorama con el que se despide el 2018, un año de muchos cambios políticos en América Latina. Ojalá que el 2019 sea un año de mejores horizontes y oportunidades para los ciudadanos de los países, especialmente para los migrantes, que siempre buscan mejores oportunidades. Renovamos nuestra esperanza para que así sea.