El gobierno canadiense dice que estará listo para manejar cualquier nuevo flujo de personas que crucen la frontera irregularmente, luego de una decisión política en los Estados Unidos que podría enviar a más personas hacia el norte. Se trata de miles de nicaragüenses, salvadoreños y guatemaltecos que actualmente están bajo tratados de protección temporal, los cuales muy probablemente no les serán renovados.
De Nuestra Redacción
TORONTO. La semana pasada, la administración Trump confirmó que terminará el estado de protección temporal (conocido como TPS) para los ciudadanos de Nicaragua, muchos de los cuales han vivido en los Estados Unidos durante casi dos décadas. Se espera que aproximadamente 2.500 personas se vean directamente afectadas.
Al mismo tiempo, la secretaria interina de Seguridad Interior, Elaine Duke, dijo que su departamento esperará hasta julio de 2018 antes de decidir si suspende el programa TPS para una cohorte mucho más grande de 57,000 hondureños. Sin embargo, el gobierno canadiense considera que es improbable una renovación para Honduras.
La designación TPS permite a los ciudadanos extranjeros que ya se encuentran en los Estados Unidos permanecer allí mientras su país de origen sea considerado inseguro debido a factores temporales como un conflicto armado, un desastre natural o una epidemia.
Ese ya no es el caso de Nicaragua, el gobierno de EE. UU. así lo ha determinado. A los nicaragüenses se les otorgó TPS inicialmente en los EE. UU. en 1998 luego de la devastación del Huracán Mitch, y su estado ha sido renovado una y otra vez en las dos décadas posteriores.
Ahora tendrán 12 meses para hacer las maletas y salir del país, o enfrentar la deportación. Al menos algunos podrían dirigirse al norte para evitar tener que regresar a casa.
En un informe de inteligencia, la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) advirtió que “si las designaciones TPS no se renuevan, es probable que aumente el número de (solicitudes de asilo en Canadá) para los países afectados”.
Los puertos de entrada en Quebec, el sur de Ontario y la región del Pacífico “probablemente serán los más afectados”, señala el informe.
El próximo año podría, por lo tanto, traer desafíos adicionales para el CBSA. Si bien el número de nicaragüenses afectados es pequeño, el estado de TPS también se eliminará a los ciudadanos de Haití en enero. Eso afectará a unas 46,000 personas, y Canadá ya vio una gran afluencia de haitianos cruzando a Canadá buscando asilo durante la primavera y el verano.
Pero el grupo más grande de personas protegidas por TPS en los EE. UU. son los 200,000 ciudadanos de El Salvador, cuyo estado de protección expirará en marzo. Al igual que con Honduras, no se considera probable una renovación.
“Tuve la oportunidad de discutir esto directamente con (Duke) hace dos o tres semanas en la reunión del G7 en Italia”, dijo el ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale. “Ella se comprometió en ese momento a darnos un aviso máximo de los cambios de política en los Estados Unidos, si se produjeran”.
Por su parte, un portavoz de la oficina del ministro de Inmigración, Ahmed Hussen, reiteró que el gobierno está haciendo todo lo posible para evitar ser tomado por sorpresa.
“Esta es una situación en curso y en desarrollo y somos conscientes de que existe potencial para que más personas crucen la frontera”, dijo Hursh Jaswal. “Tenemos planes de contingencia para tratar con varios escenarios posibles”.
Añadió que Ottawa “ha desarrollado un plan nacional de operaciones que será utilizado por todos los departamentos federales en caso de un aumento significativo en el número de cruces fronterizos irregulares y el número de solicitudes de refugio”.