El pasado 1 de octubre el gobierno de Ontario aumentó 0.20 centavos al salario mínimo mandatorio, de $11.40 a $11.60 la hora, pero de acuerdo con las nuevas enmiendas a la Legislación Laboral, habrá aumentos progresivos. El 1 de enero del 2018 será elevado a $14.00 y el 1 de enero del 2019, a $15.00 dólares la hora.
Por Francisco Reyes
TORONTO. Para justificar estos ajustes, el gobierno liberal de la premier Kathleen Wynne explicó que entre 1993 y 2003 el salario mínimo había sido congelado en $6.85/hora.
Desde el 2004 se han hecho esfuerzos para corregir la falla del gobierno anterior, produciéndose otros aumentos ese año y en el 2010, y de nuevo en el 2015, 2015 y 2016, en que fue elevado de $11.25 a $11.40 la hora. Para muchas organizaciones laborales no ha sido suficiente.
No todos los trabajadores recibirán igual salario mínimo. De acuerdo con los datos ofrecidos por el Ministerio del Trabajo de Ontario, los estudiantes menores de 18 años que laboren no más de 18 horas durante el desarrollo del año escolar o que trabajen en los breves períodos de vacaciones, como el “March Break”, o sólo en los feriados de verano, percibirán un aumento de $10.70 a $10.90/ hora.
Los meseros y meseras pasarán de $9.90 a $10.10/hora. Quienes trabajen desde sus hogares para un empleador, de $12.55 a $12.80/hora. Los guías de caza y pesca, de $56.95 a $58.00/hora, y $116.00 si trabajan menos de cinco horas consecutivas al día.
Las organizaciones que abogan por el establecimiento de un salario mínimo justo, así como las que luchan por la eliminación de la pobreza en Canadá, han considerado que los aumentos no solucionan el problema del alto costo de la vida.
Por su parte, una coalición de negocios de Ontario ha advertido que el aumento a $15.00/hora conllevará a mayores gastos, pérdidas, despidos de empleados, cierre de empresas y establecimientos comerciales, afectando al 2% de la fuerza laboral de esta provincia.
La coalición ha pedido al gobierno provincial que produzca escaladamente los aumentos en un período de cinco años “para dar a los negocios más tiempos y puedan ajustarse a los cambios”.
De igual manera ha reaccionado la Federación de Productores Agrícolas de Ontario aduciendo que “el aumento pone en peligro el empleo de más de 25 mil trabajadores inmigrantes”, entre ellos, hispano latinoamericanos.
Pero, por otra parte, las voces de protesta se han elevado en la provincia contra el nuevo aumento salarial de $11.50/hora, considerando que el mismo debió ser súbito a $15.00 “para que comiencen a hacer justicia a la clase trabajadora de Ontario”.
“Fight For $15 & Fairness”, entidad laboral que también integra a activistas de las comunidades hispano-latinoamericanas de Toronto, ha tomado acción, aprovechando que muchos residentes de Ontario han estado organizándose para que se enmiende la ley (Bill 148) y se haga efectivo este año el reajuste que se contempla hacia el 2019 “a fin de que haya equidad en los salarios”.
Esta organización convocó por medio de las redes sociales a una protesta en Toronto el pasado martes 7 para denunciar que “las grandes empresas se oponen a la reforma salarial lanzando una campaña multimillonaria para frenar el aumento”, a fin de que no se mejoren las condiciones laborales de los trabajadores.
Las opiniones de la gente en las calles están divididas sobre este tema, en lo que respecta al mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores.
“Habrá muchos despidos. En muchos lugares reducirán el personal y la situación de muchos trabajadores se empeorará”, dijo a este medio de prensa Rosario Pedraza, pero por su parte, Sandra Ramirez dice que “ya era tiempo que se comenzara a pagar salarios más dignos a la clase trabajadora. Esa es la única forma de combatir la pobreza”, apuntó.