“Bañar a sus hijos a ratos en el mar y secarlos un poco al sol, pero a continuación hay que ponerlos a la sombra”, aconseja la Jefa de Pediatría y Enfermedades Infecciosas del Hospital La Paz, en la capital de España, María José Mellado.
l respecto de los peligros de los rayos solares, la pediatra pone énfasis especial en que “lo más importante en las quemaduras solares, es la prevención”.
Ante un golpe de calor en un pequeño, la doctora aconseja bañarlo y mojar su cabeza dejando el cabello empapado, así como suministrarle agua, tumbarlo y colocarlo a la sombra.
El verano es una etapa de disfrute en familia y, cuando hay niños, mucho más, especialmente si elegimos estar cerca del mar o de algún lugar con agua. Pero, cuidado, los niños son especialmente vulnerables ante los rayos solares y hay algunas normas que debemos tener en cuenta para que unos días de sol y agua no se conviertan en un auténtico pesar.
La Jefa de Pediatría y Enfermedades Infecciosas del Hospital La Paz, en la capital de España, María José Mellado, contesta a algunas cuestiones que Efe le plantea a este respecto.
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PROTECCIÓN DE LA PIEL.
Sobre la diferencia que existe entre mayores y pequeños a la hora de que les afecte las altas temperaturas estivales, la doctora comenta que los menores necesitan “mucha hidratación porque están constantemente en movimiento, lo que provoca que reciban mucho calor, sobre todo en la cabeza”.
Además la galena hace hincapié en la fundamental protección de la piel de los más pequeños, no solo en esta época, sino durante todo el año, aunque en verano hay que “extremar aún más la protección de su piel para evitar las quemaduras”, significando que los niños de piel clara y con pecas son los que presentan mayor riesgo.
En los espacios de piscina o playa, Mellado aconseja a los padres, “bañar a sus hijos a ratos en el mar y secarlos un poco al sol, pero a continuación hay que ponerlos a la sombra”.
La recomendación que hace la experta es que, a lo largo de una jornada completa, “deben permanecer al sol un hora o dos, y siempre protegidos. Además si están jugando con la arena, lo oportuno siempre es que jueguen protegidos por una camiseta y con gorra”.
Al respecto de los peligros de los rayos solares, la pediatra pone énfasis especial en que “lo más importante en las quemaduras solares, es la prevención”.
Sobre las medidas a adoptar si se ha producido una quemadura solar, la doctora comenta que, “en ese caso hay que hidratar mucho la piel del menor con bálsamos calmantes y lociones ‘after sun’ . Y, en el caso de que aparezca algún tipo de ampolla, lo recomendable “siempre es acudir a un centro médico” para que sea cubierta con algún apósito especial.
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CUIDADO CON LOS GOLPES DE CALOR.
Con respecto a otro de los males habituales en esta época de estío, los denominados golpes de calor, la especialista comenta a Efe que pueden ser de intensidades diferentes,
“desde los más leves, en los que se dan episodios de cansancio y dolor de cabeza, hasta los más graves que pueden llegar a un “shock” térmico”.
Ante un golpe de calor en un pequeño, la doctora aconseja bañarlo y mojar su cabeza dejando el cabello empapado, así como suministrarle agua, tumbarlo y colocarlo a la sombra.
Si el menor muestra otros síntomas como mucha debilidad, vomita o presenta cefalea, “sin ningún retraso es conveniente llevarlo a un centro médico”, indica a Efe.
Para saber si nuestro hijo puede estar ante un golpe de calor, la pediatra aporta algunos síntomas habituales en estos casos:.
– Cansancio y astenia.
– Con frecuencia, los niños que se pueden expresar bien se quejen de calambres en las piernas.
– Dolor de cabeza
– Enrojecimiento de la cara.
– Alta temperatura corporal.
ALGUNOS CONSEJOS PRÁCTICOS.
Con respecto a la protección ante estos calores del sol en verano, con los menores, la pediatra del hospital La Paz indica algunos consejos a tener en cuenta.
– Aportarles líquido de forma frecuente pero en poca cantidad.
– Evitar que estén a pleno sol y organizar actividades en la sombra.
– Refrescar de cuando en cuando con agua la cabeza, que siempre debe permanecer protegida.
– Las prendas de vestir han de ser ligeras, de colores claros y tejidos transpirables como el algodón.
– En cuanto al calzado, mejor optar por zapatos de lona o sandalias para prevenir las ampollas.
– Muy importante es usar protección solar todos los días, también a final del verano, cuando parece que el sol no quema tanto, y aplicarla por toda la piel entre 20 y 30 minutos antes de la exposición a sus rayos.
– En las etapas más calurosas es mejor no tomar platos muy calóricos y dar protagonismo a las frutas y verduras.
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