Rodrigo Díaz M.
El periodista del Wall Street Journal Evan Gershkovich fue juzgado a puerta cerrada en Ekaterimburgo, 15 meses después de su detención en la ciudad rusa por cargos de espionaje que él, su empleador y el gobierno de Estados Unidos niegan vehementemente.
El periodista, de 32 años, compareció ante el tribunal en una jaula de cristal para acusados, con la cabeza rapada y vistiendo una camisa a cuadros negros y azules.
Se permitió a los periodistas entrar en la sala durante unos minutos antes de que se cerrara el proceso. Dos funcionarios consulares de la embajada estadounidense en Moscú también pudieron entrar brevemente en la sala, según la embajada.
El primer juicio terminó al cabo de unas dos horas y la próxima está prevista para el 13 de agosto, según los funcionarios del tribunal.
Gershkovich, nacido en Estados Unidos e hijo de inmigrantes de la URSS, es el primer periodista occidental detenido por espionaje en la Rusia post-soviética.
Las autoridades detuvieron a Gershkovich mientras realizaba un viaje informativo a Ekaterimburgo, en los montes Urales, y alegaron que estaba recopilando información secreta para los EE.UU.
El Departamento de Estado lo ha declarado “injustamente detenido”, comprometiendo así al gobierno a buscar asertivamente su liberación.
Tras su detención el 29 de marzo del 2023, Gershkovich fue recluido en la tristemente célebre prisión moscovita de Lefortovo. Ha aparecido sano durante las visitas en las que se han rechazado sus recursos de excarcelación.
La interpretación que hace Rusia de los delitos graves, como el espionaje y la traición, es muy amplia, y las autoridades suelen perseguir a quienes comparten información de dominio público con extranjeros, acusándoles de divulgar secretos de Estado.
Paul Whelan, un ejecutivo estadounidense de seguridad corporativa, fue detenido en Moscú por espionaje en el 2018 y actualmente está cumpliendo una condena de 16 años.