Aún hay mucho que no se sabe sobre el COVID-19, pero con el numero de personas que se han contagiado con el virus en algunos casos el virus ataca más que el sistema respiratorio y puede dejar secuelas.
Rodrigo Díaz M.
Los científicos sólo están empezando a comprender la amplia gama de problemas de salud causados por el COVID-19, algunos de los cuales pueden tener efectos persistentes en los pacientes durante años.
Además de los problemas respiratorios que dejan a los pacientes sin aliento, el virus que causa el COVID-19 ataca otros órganos causando, en algunos casos, daños catastróficos.
“Pensamos que era sólo un virus respiratorio, resulta que va a por el páncreas, por el corazón, por el hígado, el cerebro, los riñones y otros órganos.”, dijo el Dr. Eric Topol, cardiólogo y director del Instituto Translacional de Investigación Scripps en La Jolla, California.
Además de la dificultad para respirar, los pacientes con COVID-19 pueden experimentar trastornos de coagulación de la sangre que pueden provocar accidentes cerebrovasculares e inflamación extrema que ataca a múltiples órganos. El virus también puede causar complicaciones neurológicas que van desde el dolor de cabeza, mareos y pérdida del gusto o del olfato hasta convulsiones y desorientación.
La recuperación puede ser lenta, incompleta y costosa, con un enorme impacto en la calidad de vida a largo plazo.
Las amplias y diversas manifestaciones de COVID-19 son algo único, dijo la Dra. Sadiya Khan, cardióloga de Northwestern Medicine en Chicago.
“Con la gripe, las personas con afecciones cardíacas subyacentes también corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones”, explicó Khan. “Lo sorprendente de este virus es el alcance de las complicaciones que ocurren fuera de los pulmones”.
Kahn cree que habrá un gran gasto y carga en la atención médica para los individuos que han sobrevivido al COVID-19.
“Los pacientes que han estado en la unidad de cuidados intensivos o con un respirador durante semanas necesitarán pasar mucho tiempo en rehabilitación para recuperar la movilidad y la fuerza; mientras más edad tenga la persona es más difícil y puede que la persona nunca vuelva al mismo nivel de funcionamiento que tenia antes de contagiarse con la enfermedad”.
Si bien gran parte de la atención se ha centrado en la minoría de pacientes que están gravemente enfermos, los médicos se ocupan cada vez más de las necesidades de los pacientes que no estaban lo suficientemente enfermos como para requerir hospitalización pero que siguen sufriendo meses después de la infección.
Se están realizando estudios para comprender los efectos a largo plazo de la infección, dijo Jay Butler, subdirector de enfermedades infecciosas de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos en una sesión informativa telefónica el jueves.
“Escuchamos informes anecdóticos de personas que tienen fatiga persistente, falta de aliento”, dijo Butler. “Cuánto tiempo durará eso es difícil de decir”.
Mientras que los síntomas del coronavirus se resuelven típicamente en dos o tres semanas, se estima que 1 de cada 10 experimenta síntomas prolongados, escribió el martes la Dra. Helen Salisbury de la Universidad de Oxford en el British Medical Journal.
Salisbury dijo que muchos de sus pacientes tienen radiografías de tórax normales y no hay signos de inflamación, pero que aún no han vuelto a la normalidad.
“Si solía correr 5k tres veces a la semana y ahora se siente sin aliento después de un solo tramo de escaleras, o si tose incesantemente y está demasiado agotado para volver al trabajo, entonces el temor de que nunca recuperará su salud anterior es muy real”, escribió.
El Dr. Igor Koralnik, jefe de enfermedades neuroinfecciosas de Northwestern Medicine, revisó los estudios científicos actuales y descubrió que aproximadamente la mitad de los pacientes hospitalizados con COVID-19 presentaban complicaciones neurológicas, como mareos, desorientación, dificultad para concentrarse, trastornos del olfato y el gusto, convulsiones, derrames cerebrales, debilidad muscular y dolor.