Para inmigración lo que el solicitante piensa o dice no tiene relevancia a menos de que se pueda demostrar con documentos. Es muy común ver rechazos de visas de turismo por falta de solvencia económica. El solicitante pone en la forma de que tiene 10 o 20 mil dólares pero los extractos bancarios que adjunta tienen solo mil. Inmigración simplemente toma el valor que aparece en el extracto, eso es lo tangible, lo real, lo que viene soportado por un documento. Sin embargo al preguntarle al cliente porque puso 10 mil o donde está el resto del dinero la respuesta fluctúa entre “en otra cuenta o lo tengo en efectivo”. Inmigración no tiene forma de saber que el solicitante tiene otra cuenta y definitivamente el dinero en efectivo no hay como demostrarlo. Muchos otros piensan que adjuntar los extractos de las tarjetas de crédito demuestra que pueden pagar su viaje y que el balance disponible que tienen se cuenta dentro del dinero disponible, sin embargo los balances en las tarjetas de tarjetas de crédito es dinero que se debe, y los saldos disponibles no quieren decir que se tenga solvencia económica.
La inconsistencia entre lo que se dice y lo que se demuestra no se queda solo en visas de turismo, se da con frecuencia en las solicitudes de residencia permanente por patrocinio familiar cuando se hacen a través de pareja de hecho (common-law). La pareja firma la declaración diciendo que llevan un determinado número de años viviendo juntos pero los documentos que adjuntan como prueba de ello no tienen fechas, por ejemplo adjuntan fotos o una carta del banco diciendo que tienen una cuenta conjunta. Cuando se trata de demostrar convivencia bajo el mismo techo, hay que entregar documentos con fecha y dirección que muestren que la correspondencia llegaba desde el día que dijeron en la declaración juramentada, o por lo menos por el último ano, al mismo sitio. El ideal es que se entregue documentación por cada uno de los 12 meses anteriores con el fin de que no haya cabida a dudas. Sin embargo, los solicitantes piensan que con el contrato de arrendamiento firmado y una carta del banco, adicional a unas cuantas fotos, es suficiente.
Aún más graves son las inconsistencias cuando inmigración tiene acceso a otra versión de los hechos sin necesidad de “asumir” al revisar documentos o llamar al solicitante a una entrevista. Estas inconsistencias se ven con frecuencia en solicitudes de extensión de tarjetas de residencia que son particularmente peligrosas si el solicitante está muy cercano al tiempo mínimo requerido para mantener su residencia o en solicitudes de refugio donde, por ejemplo las fechas de residencia en sitios específicos no concuerdan con los sitios de trabajo listados como experiencia laboral.
Lo cierto del caso es que hay algunas cosas que se pueden explicar en cartas aclaratorias, declaraciones juramentadas o entrevistas. Pero donde hay dos verdades distintas, definitivamente una de ellas no es cierta. Por ejemplo en el caso de aplicaciones subsecuentes –permiso de estudio después de una solicitud de visa de turismo, o permiso de trabajo bajo un LMIA posterior a una solicitud de visa de turismo o estudio o la solitud de residencia después de un permiso de trabajo- donde no se han listado todos los trabajo desempeñados y aparece, “de un momento a otro” un cargo desempeñado en una empresa que es justamente el que demostraría la experiencia laboral necesaria para obtener el estatus que se está solicitando en ese momento pero que no fue mencionado en una aplicación anterior.
No todas las inconsistencias generan el mismo resultado, mientras la diferencia entre el dinero que se demuestra y se dice tener, normalmente termina únicamente en la negativa de la visa (que se puede solucionar con una nueva solicitud y explicación de los hechos), la inconsistencia en el tiempo de convivencia bajo el mismo techo probablemente terminara en la solicitud de documentos originales y un tiempo de proceso más largo de lo normal; la inconsistencia en la historia laboral en el momento de solicitud de un permiso de trabajo puede acarrear no solo la negativa del permiso sino cargos por tergiversación de la información lo que acarrearía 5 años de veto para solicitar cualquier tipo de visa a Canadá.
Las preguntas que hacen las formas de solicitud de visas a Canadá no tienen que ver nada con “curiosidad” de parte del Ministerio de Inmigración, Refugio y Ciudadanía de Canadá de lo que los solicitantes hacen, tienen o como viven. Cada una de las preguntas está ligada una sección del Acta de Inmigración y Refugio y de la exactitud con que se respondan depende en gran medida la aprobación o negativa de un estatus en Canadá. Las contradicciones o inconsistencias en la información generan dudas en el oficial que revisa el caso, y cuando hay dudas la decisión más segura es la negativa de la solicitud.
Claudia Palacio., RCIC
ICCRC R 416911
*Claudia Palacio es Consultora de Inmigración Certificada y colaboradora de este semanario. Pueden dirigir sus preguntas a [email protected]